Me había propuesto no escribir nada de fútbol en este blog, pero hay cosas que me sacan de quicio. Se producen a diario hechos que son penosa y vagamente analizados por los medios teóricamente especializados. Lo que demuestran estos medios es estar verdaderamente especializados en crear entes y situaciones virtuales, inocentemente ficticias. Es lógico; hay que vender periódicos y llenar tiempo en las ondas y en la pantalla, y los discursos de los protagonistas dan más jaqueca que otra cosa. “El fútbol es así”. Sirva como ejemplo el caso de Raúl, un pensador del balón, que añade algo más de enjundia a la frase: “El fútbol es así, ¿no?” El jugador del Real Madrid domina desde hace años el vestuario y es en las últimas fechas el protagonista de un absurdo debate que se ha generado alrededor de si debe o no acudir a la selección, aun cuando su único mérito en los últimos años sea el de correr como un trotón, en la mayoría de las ocasiones sin ton ni son. Pero ya le dedicaré más tiempo en otro momento al afortunado y todopoderoso Raúl y al motivo por el que Luis Aragonés le puso una crucecita y no ha vuelto a convocarlo. Hoy quiero referirme a un “detalle” que se apreció durante el transcurso del último Sevilla-Real Madrid. Ante un lance del juego, unos cuantos miles de aficionados sevillistas que asistían al duelo en el Sánchez Pizjuán gritaron al unísono: “Sergio Ramos, hijo de puta”. Lo hicieron con energía, ganas y cadencia. El eco puso el resto. La cancioncilla, en definitiva, estaba dedicada a un jugador que salió de ese equipo, de su cantera, un defensa cuya venta al Real Madrid le procuró al club del Nervión la nada despreciable cantidad de 25 millones de euros. Ramos creció futbolísticamente en los equipos filiales del Sevilla, como su amigo Antonio Puerta. No me cabe la menor duda de que si el que hubiera fallecido fulminantemente durante un partido de fútbol con la camiseta sevillista hubiera sido Ramos, el ahora vilipendiado, el tachado de pesetero habría recibido trato de mártir. Y adivinen qué le habrían gritado al tantas veces llorado Puerta si hubiese sido éste quien se hubiera procurado un mejor futuro profesional en otro club, algo por otra parte muy probable considerando la enorme calidad que el tistemente desaparecido futbolista atesoraba.
El multitudinario encefalograma plano, la estupidez colectiva o lo que quiera que esta actitud refleje no le hace ningún bien al fútbol. Contribuye, por contra, a dar valor y peso a la teoría de sus detractores. El escritor Milan Kundera dijo que el fútbol es un pensamiento que se juega, y más con la cabeza que con los pies. Lo que no dijo es que algunos aficionados piensan sólo con los pies, y así tienen la cabeza, no más de purito adorno.
Comentarios
Si escribes así, serás bienleído (si cabe la palabra) aunque hables de fútbol.
Por cierto, espero tu apunte sobre la razón por la cual Raúl no está en la selección española. Como eso no lo cuenta la prensa deportiva... y no es coña, porque yo no he sabido cuál es el motivo de su ausencia.
Creo que tiene demasiada presencia y mando ese jugador. ¿Escuela Fernando Hierro?
Escrito por: iturri.2007/11/04 22:59:21.314000 GMT+1