Esta mañana mi hermano se ha acercado a una empresa que presuntamente pretendía contratar a un comercial. Ha llegado, se ha presentado, le han sellado un impreso, le han dicho que él debía ser como el número 200 en repetir el protocolo, no le han hecho entrevista alguna (ni le han pagado siquiera un cafelito), se ha dado la vuelta y se ha marchado de nuevo a casa siguiendo cada paso de un guión tan previsto como repetido. Mi hermano se limitaba a seguir las nítidas instrucciones del INEM. La empresa de marras recibe subvenciones por contratar a desempleados allí inscritos. La pantomima es de órdago.
Hace algunas semanas, en un restaurante atendí sin escrúpulos y de forma vilmente descarada a la conversación que mantenían unos dicharacheros señores engominados hasta la médula. Uno del que deduje que era director general de algo se jactaba de haber “ganado” una vivienda de protección oficial. Según él, la había logrado previo paso por caja, untando a quien había que untar. Pues nada, enhorabuena a los premiados.
No sé si lograré ayudar a mi hermano en lo laboral, pero por si las moscas ya le he comprado un bote de gomina, a ver si le cae un piso.
Comentarios
échale veneno a la gomina y regálasela a los engominados del bar a ver si hay suerte...
Escrito por: jesus cutillas.2008/09/18 09:54:59.127000 GMT+2
Escrito por: Izaam.2008/09/18 11:09:8.163000 GMT+2
Escrito por: Belén.2008/09/18 15:15:14.762000 GMT+2
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