Hay despedidas que cesan por pulcritud, silencios que mueren en su propia agonía. Las palabras son caricias que pueden convertirse en rasguños con el simple pensamiento. Saramago avanzó las consecuencias de un ensayo sobre la ceguera. Cierto es que hay ojos que jamás han visto ni intuido. Quizá los míos. Al menos durante los últimos tiempos. Hay miradas ciegas y sordas. Quizá la mía. En ocasiones los sueños crecen y se apoderan de la realidad. Hay palabras que saltan y se escapan. Las palabras también te abandonan. Su búsqueda es una prueba de resistencia. Y al final, cuando tras el viaje, por fin, las encuentras, debes mirarlas a los ojos y convencerlas de que deben volver contigo. Estás en sus manos, en sus sentidos, inerme, sin más razón que el deseo y la necesidad de hablar, gritar o gimotear. Sin palabras no hay colores ni vendettas, no hay canciones del olvido ni memorias de la desmemoria. Sin ellas no hay risas del alma, ni luces que aborten las tinieblas. Todo lo que uno puede decir se construye con los rasguños de unas palabras. Hasta ahora huían. Hoy volví a hallarlas. Y al tenderles la mano, volví a ver la sombra de un amigo que se fue rodeado de palabras, abrazado por ellas. No sé si aquella forma de arroparle fue una traición o, si en el fondo, no hay más traición que el silencio. Sea lo que sea, aquí estoy para descubrirlo. Aquí un pensador siempre aprendiz. Aquí unas palabras.
2010/09/20 15:18:18.126000 GMT+2
Palabras
Escrito por: Jean Valjean.2010/09/20 15:18:18.126000 GMT+2
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Comentarios
Escrito por: Samuel.2010/09/23 12:48:11.549000 GMT+2
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Escrito por: Jean.2010/09/24 22:06:43.930000 GMT+2