El guirigay que hay montado en el PP valenciano es la prueba irrefutable de la berlusconización que padece esa comunidad. Como Ricardito Costa -o sea, de verdad, o sea- tire de la manta, es altamente probable que se llegue hasta los tiempos de el Cid, y quizá se demuestre que los de Orange Market corrieron con los gastos de su espada hecha a medida.
Ricardito Costa –o sea, de verdad, o sea- les ha salido rana, y claro, como se ponga a croar y croar, a más de uno se le van a poner la cara verde y los ojos saltones. Esto se veía venir. Esto es lo que traen la cosa esa del liberalismo, las FAES con almejas y toda la podredumbre teórica que pregona la derechona española. Y a todo esto, ¿afecta este escándalo al PP en las encuestas? Pues como no sea ahuyentando a los indecisos, porque lo que queda claro es que el electorado de derechas es fiel y sigue visto lo visto, la técnica del avestruz.
Foto: elpais.com
Si en esta España de tamayazos, pajines, trajes, gürteles, bodas aznarofaraónicas y Ricarditos Costa –o sea, de verdad, o sea-, se pudiera viajar en el tiempo, estos iban y dejaban en bragas al mismísimo Lazarillo de Tormes, que es anónimo, como el temperamento de Mariano. Bueno, eso es más bien inédito. A Rajoy le falta tanto coraje como habilidad dialéctica, retórica, carisma y credibilidad. Quizá se deba a que de pequeño se puso morado con “los” chuches, que por entonces no soportaban el IVA de Zapatero. Mucha piruleta debió de meterse pal cuerpo Mariano. Lo cierto es que el PP anda sin pies ni cabeza, dando bandazos, absorto en una ley del silencio que es un enorme grito de penitencia. El PP de Mariano es un vodevil, es el coño de la Bernarda, el conejo de la Loles y el pito del sereno, conformando una orgía surrealista a la que no pone remedio ni un saco de pastillas del día después. En el PP siempre es el día después, y Rajoy es el embarazo no deseado de Josemari Ánsar.
Las cosas como son: Mariano no reacciona, Cospedal no da más de sí, y a Soraya la están peinando. Que vuelva Zaplana, se oye balbucear a un miembro de las Nuevas Generaciones, que anda con la bandera de la gaviota a medio izar y con unos lagrimones recorriéndole las mejillas. Mariano y su orquesta se suben al escenario pretendiendo hacer creer al personal que esto del caso Gürtel, que esto de los trajes de Camps y los relojes de Ricardito –o sea, de verdad, o sea- es cosa de unos chorizos que han tratado de aprovecharse del Partido Popular. Da igual que esté imputado el mismísimo tesorero del PP, da igual que varios de los imputados fuesen testigos en el bodorrio de la hija de Aznar. Todo da igual, porque desde la platea los fieles votantes y los seguidores aplauden la función como si nada.
Y una sugerencia para Ricardito Costa –o sea, de verdad, o sea-: Ricardito, vete con Berlusconi. Seguro que Silvio te ofrece el cariño que otros ya te niegan. Y, en el peor de los casos, siempre puedes convertirte en una mamachicho. Harías buena pareja con Aznar. O sea, de verdad, o sea.
Comentarios
No puedo estar más de acuerdo. Lo que pasa en nuestra política es hilarante. No hay cultura de la dimisión...
Mira Jean, tengo un amigo alemán que vive aquí y no entiende como el que está más alto normalmente no sea el mejor. Y tengo una amiga finlandesa que no concibe en su cabeza esa corrupción.
Escrito por: Javier Lunaro.2009/10/14 01:52:12.444000 GMT+2
wwww.javierlunaro.blogspot.com
Escrito por: Jean.2009/10/14 07:31:8.321000 GMT+2
Escrito por: basatxoria.2009/10/14 08:55:3.897000 GMT+2
Vaya pandilla de sinverguenzas, unos y otros. Pero eso sí, mientras tanto van apadrinando a los bancos y seguimos sentados en casita, no sea que perdamos hasta la silla.
¡Qué pena!
Escrito por: Marieta.2009/10/14 18:37:15.619000 GMT+2
Escrito por: Paco.2009/10/17 20:28:36.179000 GMT+2