Caramba, ¿y éstos prometen crear un Ministerio de la familia? Pero si al lado de sus reuniones, las deleznables Escenas de Matrimonio televisivas son dulcificadas vivencias de amantes agilipollados por Cupido… Desde luego, esto es algo muy común entre la militancia más reaccionaria o ultra. No ya el A Dios rogando y con el mazo dando, sino la doble moral, o sea, eso de que to er mundo parao pero yo me muevo. Quieren un Ministerio de la familia, y en la suya andan a hostias, a navajazos.
Y Mariano, con esa cara de acelga bailarina, debe sentirse la mar de halagado sabiéndose un cadáver político si el PP pierde las elecciones en marzo. Es como la sardina esa, que vive un entierro al año, con el personal carnavalescamente compungido. La herencia que está en juego es la España del mire usté. Esperanza y Gallardón tienen tanta ansiedad como ansia; el ego se les sale por las orejas, por los poros. Aquí huele a muerto, repiten los populares cuando ven a Mariano, al que le cambian las gafas, la barba, las corbatas y el cerumen si hace falta, pero nadie le puede cambiar la cara de perdedor, de hombre triste, de actor de reparto en película de funeral.
¡Un Ministerio de la familia!… Lo que hace falta es que alguien les diga a Espe y Alberto que son adoptados.
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Escrito por: Belén.2008/01/18 09:18:23.434000 GMT+1