Acabo de comprar el periódico y me han birlado 18 euros. Que si el libro de Descartes, que si el cuento de Bambi... El periódico ni lo hojearé, es el tributo exigido por los libros que me interesan. De la lotería, poco que decir. No creo que me vaya a tocar nunca. Casi ni juego. Sólo me protejo.
Leo que parte del Gordo lo ha repartido Doña Manolita. Normal, al personal le da por esperar largas horas en la Gra Vía madrileña para comprar ahí los décimos. Y, además, reciben pedidos de media España. De la España supersticiosa. A la otra media el Estado le insufla dosis de ludopatía invernal. Y eso que sin el calvo la cosa ha ido a la baja. Al final, la lotería la venderán íntegramente entre tres o cuatro administraciones. Es la globalización de la estupidización. John Allen Paulos trataba la incultura matemática en su libro El hombre anumérico. Describía varios casos muy ilustrativos. A mí hace tiempo que me repele la musiquilla esa dichosa de los niños de la pajarita. El bombo me da náuseas. Casi las mismas que esos engolados y engominados empresarios que han convertido la prensa española en un bazar.
La lotería de Navidad es la segunda religión en España. Pues nada, al lío: Supersticiosos del mundo uníos.
Nota: Por cierto, El Mundo debería revisar y cuidar las cosas que vende. El librillo-cómic de Bambi está repleto de faltas de ortografía y erratas. Claro que igual lo hacen para ir en sintonía con el diario.
Comentarios
Escrito por: Belén.2007/12/23 12:36:40.502000 GMT+1
Escrito por: Jean.2007/12/23 12:45:11.544000 GMT+1