El franquismo está muy vivo. No, esto no es un tic nervioso de un analista tendencioso y sectario, sino una teoría concebida a partir de la observación de una transición edulcorada, construida, en fin, a partir de un manual de instrucciones ilegible. España era un coche en el taller. Nos dijeron que había que cambiar sólo unas piezas, y no nos quedó más remedio que tragárnoslo. El muerto, en este caso, goza de una excelente salud. Y si no, echemos un vistazo al Diccionario Biográfico Español, o al callejero patrio. Que los restos de un dictador sanguinario reposen en un lugar de culto despeja dudas. Pero la prueba irrefutable de la pervivencia del franquismo en la España del siglo XXI es otra bastante más real, y ligada a una especie de anacronismo intelectual, eufemismo que me permitirán utilizar para describir lo que no es más que un ejercicio de absoluta inmadurez democrática y no digamos ya racional. Franco tomó decisiones que aún no han sido suficientemente cuestionadas. Mientras algunos creemos en la necesidad de hacer justicia a través de la recuperación de la Memoria Histórica, otros se empeñan en llevarnos a ciegas hacia la amnesia histérica. El conformismo y la credulidad son premiados con la pócima de la fe ciega en promesas enmascaradas. A la crisis económica, de la que deberían dar explicaciones también quienes montaron con absoluta desfachatez el chiringuito inmobiliario, se une ahora la crisis democrática, especialmente entre los jóvenes que viven en caída libre. Desde las trincheras periodísticas se dispara sin control, y sin tener en cuenta que quienes se hallan en el fuego cruzado son los lectores, los telespectadores y los oyentes. En el rifirrafe no se respeta ni el paso de las ambulancias. Las portadas se convierten en aves propagandísticas de papel; los antiguos trazos tipográficos se hacen ahora con sangre. La información se vuelve hiriente, y al informador se le exige afiliación y obediencia. “Estás conmigo o contra mí”. Con el futuro de los restos de Franco habrá batalla. Este humilde siervo de las causas perdidas aspira a poder celebrar alguna vez el verdadero fin del franquismo. Será cuando seamos capaces de desatar aquello que dejaron atado y bien atado.
2011/06/15 08:12:16.108000 GMT+2
Franco: un muerto muy vivo
Escrito por: Jean.2011/06/15 08:12:16.108000 GMT+2
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