La Celda de Jean Valjean

Una de las empresas de Díaz Ferrán voló por los aires. Pero lo hizo a destiempo. Aterrizaje forzoso (y lo que te rondaré morena) para un mal jugador del monopoly, para un ñapas de las finanzas.  “La mejor empresa pública es la que no existe”, reconocía el as de la patronal , el hombre que dice que Esperanza Aguirre “es cojonuda”, el macarra empresarial que masca liberalismo y eructa despidos mientras se rasca la barriga en el sillón de la patronal. En España hemos tenido al calvo de la lotería, y ahora tenemos al calvo del despido libre y de las quiebras, al calvo del liberalismo incendiario, al calvo al que la calva le brilla de ideas peregrinas, al calvo al que la calva le echa humo de pensar cómo ganar más pagando menos, que eso es a fin de cuentas el liberalismo teórico de rascanalgas como Díaz Ferrán y Aznar, el jocoso y atlético becerro de oro al que adoran en la patronal y en casa de los Díaz Ferrán.

El otro día, Soraya Sáenz de Santamaría  decía que ellos (el PP) creen en la Libertad y en la igualdad de oportunidades. Ahí es nada. Claro, igualdad de oportunidades… a la hora de besar los pies a la realeza, por ejemplo. La igualdad en España empieza por la monarquía, es evidente. Luego está la Justicia, que es igual para todos, pero Millet vive como Dios, mientras en la trena hay un menda por marcharse de un camping sin pagar la cuenta. Figaro qua, Figaro là, Figaro su, Figaro giù…  Claro, la mismita igualdad de oportunidades tienen en las Barranquillas que en la Zarzuela. Igualito el piso que le hemos puesto a Felipe que la habitación alquilada por cualquier inmigrante para ir tirando y no mojarse. Libérrima interpretación de la igualdad de oportunidades para la ocurrente diputada liberal, de los liberales de toda la vida. Y es que a Soraya  le ha dado ahora por los chascarrillos y las ocurrencias. Ha dado la coña lo suyo con lo de la oración de Zapatero en casa de Obama. Y González Pons le ha seguido el juego, la estrategia. No es de extrañar, porque, en el fondo, González Pons tiene pinta de jugador de tute de un pueblo  de esos que andan casi deshabitados. “Zapatero debería estar rezando junto a los familiares del soldado muerto en Afganistán y no con Obama”, ha dicho este extra del PP en la peli nefasta que nos echan cada día en las teles. Pons es un actor malo y cutre, y amenaza calva tipo Díaz Ferrán, que ya es indicio, presagio, yuyu…  Esta gente no entiende que lo del rezo es cosa de unos pocos. Allá cada uno con sus plegarias y sus lamentos dirigidos a las alturas. Que se dejen ya de sermones. Cualquier día de estos Díaz Ferrán se tatuará en la calva  su refrán predilecto: “A Dios rogando y con el mazo… despidiendo”.