Hay retratos al óleo, hechos con carboncillo, con acuarela e, incluso, retratos robot. Y luego está el retrato de Bono, que, por estridente e incongruente podría ganarse, de paso, el apelativo de indecente. Porque indecente resulta estar planteando recortes sociales, en educación, sanidad y cultura; porque indecente es, a todas luces, cercenar los derechos de los trabajadores, congelar los salarios, facilitar a los empresarios los despidos de los currelas, y gastárselas como se las gastan Bono, su sucesor en la presidencia del Congreso y buena parte de sus señorías, dando por bueno un gasto de 82.600 euros en el retrato del menda lerenda. “Los anteriores presidentes tuvieron su retrato”, argumentan desde la contemplación anestesiada y acrítica. Naturalmente, pero ¿es lógico, comprensible y consecuente este dispendio con la que está cayendo? Ha sido el propio Bono quien ha elegido personalmente un pintor de gran categoría, sin escatimar, sin reparar en gastos, como el fanfarrón que grita en la barra de un bar el clásico “Pon de beber”. Solo que aquí el fanfarrón no invita, sino que va de gorra. Bono está acostumbrado a que paguen los demás. No ha sido un presidente del Congreso ahorrador ni austero. Los datos, las cifras, están ahí, a la luz de todos, aunque la oscuridad se cierna sobre una sociedad mayoritariamente pasiva e indolente. El personalismo de Bono, ese yoísmo impenitente, ha sido su principal rasgo distintivo, procurando momentos inolvidables del esperpento patrio como aquel autohomenaje que se brindó al abandonar el ministerio de Defensa. Esta vez, el tradicionalista Bono se aferra a la tradición histriónica, pide por esa boquita y nadie le hace recapacitar. Porque el hombre que se sentaba a la derecha en el PSOE ha adaptado a su causa la máxima orteguiana, y él lleva por bandera eso de “Yo soy yo y mi retrato”. Total, ¿qué se puede comprar con 82.600 euros? Poca cosa. Quizá una casa, ocho turismos. Quizá pagar 128 veces el salario mínimo interprofesional… Pero Bono merece ese retrato por su cara bonita. Poco importa si mostrar la cara que tiene Bono nos va a salir muy caro. Lo razonable, de cualquier forma, sería resultar fiel a la realidad, y que en la pared del Congreso el recuerdo a Bono no fuese otro que una simple caricatura. Real como la vida misma.
2012/03/28 17:09:1.521000 GMT+2
El retrato de Bono
Escrito por: Jean.2012/03/28 17:09:1.521000 GMT+2
Etiquetas:
| Permalink
| Comentarios (0)
| Referencias (0)
Comentar