Hace muchos años oí hablar del "guateque" de Madrid. No nos vendría mal a los madrileños un alcalde como Peter Sellers, pero qué va, lo nuestro es peor. Un buen amigo de mi padre necesitaba hacer una obra en un local en una zona noble de Madrid, pero un marqués de no sé qué demonios vivía en el piso de encima y puso todas las trabas del mundo echando mano de sus contactos. El problemilla se solucionó metiendo en una bolsa de plástico tres millones de pesetas que fueron a parar a las manos adecuadas. En 72 horas comenzaron las obras. Así era Madrid; así es Madrid.
Estamos abocados a tener dirigentes políticos como Alberto y Esperanza, cuya lucha de egos es tan insaciable y expansiva que roza la antropofagia, en sentido político, me refiero, que no me imagino al presuntamente moderado Gallardón vestido de Hannibal Lecter. Leo en el diario Público que la señora condesa consorte de Murillo y Grande de España, o sea, la Espe, quiere crear un aeropuerto para ricos. Y es que a la gente que mueve y atesora la pasta no se la puede hacer esperar. El puñetero elitismo está creciendo cada día, delante de nuestras narices. En el último Mundobasket, donde era dificilísimo adquirir una entrada, los pabellones tenían reservada una parte muy importante de su aforo para los llamados vips, cuya distinción es directamente proporcional a su capacidad de generar beneficios a terceros. No en vano, son las empresas las que pagan esos “reservados” buscando agasajar al famoso de turno o al político de marras, que no vean si ayuda tener contactos políticos (que se lo digan a esas empresas que dan cobijo a Aznar). Así se entiende que lleguen a coincidir en uno de esos palquitos Pedro Almodóvar y el propio Josemari. En el tenis, tres cuartos de los mismo. Y en el Santiago Bernabéu, donde han aflorado palcos por todas partes. Y en la Fórmula 1, y en los toros –ese deporte vil y sangriento en el que se tortura a un animal ante la mirada de los morbosos. Ése es el Madrid que quieren Alberto y Esperanza. Sobre todo, ésta última. Y los madrileños les votan. Cada vez más. Sarna con gusto...
Hace un par de semanas acudí para adquirir el abono transportes del mes de noviembre a una de las nuevas y flamantes estaciones inauguradas por la condesa consorte a bombo y platillo. No encontré taquilla alguna. Las nuevas estaciones no tienen taquilla, sólo máquinas expendedoras. La única opción, por tanto, era comenzar un diálogo con uno de esos antipáticos cacharros. Introduje el código de barras de mi tarjeta, a continuación mi tarjeta de crédito y… zas… no funcionaba. Lo intenté en otra y… nanai. En una tercera, en una cuarta… Hasta que se presentó amablemente un señor de seguridad, con uniforme verde aceituna, y me dijo que desde primera hora de la mañana las máquinas no admitían tarjetas de crédito. Coño, será el síndrome de HAL, pensé. Opté –qué remedio- por intentarlo con un billete de 50 euros, pero las dichosas maquinitas no los engullían. ¿Y qué hago ahora?, le pregunté al señor de la seguridad. “Pues no le puedo ayudar, yo sólo soy un guarda”, contestó. “Claro –apunté-, pues déme una hoja de reclamaciones”. “Lo siento, para eso tiene que esperar a que venga un empleado del Metro. He llamado hace un rato porque a ese señor de ahí se le ha tragado una máquina su tarjeta de crédito y no se la devuelve”, me respondió el buen hombre. Los ladridos de un perro le alarmaron y acudió a calmarlo. Era un pastor belga. “Su” pastor belga. Éste es el Metro de Madrid, el Metro de Alberto y la señora condesa consorte de Murillo y Grande de España, un lugar en el que hay antes un perro y un guarda de seguridad que un empleado que venda billetes o abonos que permitan a los madrileños viajar en un medio de transporte público.
Así es Madrid. Así está Madrid. Por no hablar de la parálisis periodística de Telemadrid. Por no hablar del tiempo que tarda en llegr a determinados barrios de la capital un SAMUR. Por no hablar de la basura que se acumula en ciertas calles de Madrid sin que los servicios de limpieza acudan puntualmente. Por no hablar de la contminación acústica. Por no hablar de las subidas de impuestos. Por no hablar de las líneas azules. Por no hablar de los pisos de protección oficial, que se venden como churros, pese a lo que marca la ley. Las agencias y los bancos lo facilitan, no ponen trabas, aun siendo conscientes de que es una ñapa de cuidado. El inconveniente es que tienes que manejar dinero negro, porque el 80% del precio lo tienes que pagar bajo cuerda. ¿Acaso hay algún madrileño que no conozca a varias personas que hayan comprado pisos de protección oficial en los últimos años? A mí me enseñaron uno hace poco, un piso que no se podía vender hasta el año 2018. El dueño pagó por el 8 millones. Me pedían 32 (aun cuando su valor real debía rondar los 50). No tardaron en venderlo. Ahí tienen otro guateque montado. A ver si a la señora condesa y al señor que quiere montarnos unos Juegos Olímpicos les da por meter mano y decencia en el asunto. Mucho me temo que cuando salte la liebre se enterarán por la prensa y dirán eso de "en Madrid, tolerancia cero". ¡Y una leche! Eso sí que es estar siempre de guateque.
Comentarios
Mu güeno, Marat, estás en racha.
La corrupción en Madrid está tan arraigada que para extraerla no hay más remedio que llevarse parte del órgano que vive de ella y la alimenta. La panda de sinvergüenzas que tienen el riñón forrado gracias a la extorsión, la mordida, la astilla, el cohecho y la corruptela llevan décadas de guateque. Parece que los oigo: "Saca el güisqui, cheli, para el personal..." Sí, para guateques está la cosa, para risas y para despachos faraónicos en Nuestra Señora de las Telecomunicaciones (ex Correos, y me ahorro el chiste porque soy una señora).
Anda, que no hay que trabajar para que la cosa cambie de verdad... puff.... Y si sólo fuera Madrid...
Escrito por: Belén.2007/11/15 16:51:31.861000 GMT+1
Escrito por: Jean.2007/11/15 18:29:44.324000 GMT+1
Escrito por: Belén.2007/11/15 20:09:10.764000 GMT+1
Escrito por: Luis.2007/11/16 01:05:30.063000 GMT+1
http://paspespuyas.com/comunidad/index.php/eltransito
Escrito por: jose maria a-cenar!.2007/11/16 10:58:24.782000 GMT+1
La corrupción es un fenómeno omnipresente, según el último informe de Transparencia Internacional (TI), pero es en los países más pobres donde más extendida está. Los políticos encabezan la lista de los más corruptos, con las entidades religiosas y ONGs en último lugar. España es el séptimo país de la UE en que más sobornos se pagan. La corrupción ha empeorado en los años que lleva Zapatero en el poder, según muestra el Índice de Percepción de Corrupción elaborado por TI.
Los países más pobres son también los más afectados por la corrupción, así como los más pesimistas respecto a que la situación pueda mejorar en el futuro. Esta es una de las principales revelaciones del Barómetro de Corrupción Global 2007, elaborado por Transparencia Internacional. En general la percepción de la corrupción es peor que hace tres años, y más de la mitad de los encuestados cree que la situación empeorará en los próximos años.
Algo huele a podrido…
Carlos Menéndez
http://www.segurosmagazine.es
Escrito por: hipotecas.2007/12/07 14:01:17.936000 GMT+1
http://www.creditomagazine.es
Escrito por: Jean.2007/12/07 20:42:58.244000 GMT+1