Inicio | Textos de Ortiz | Voces amigas

2011/12/27 16:59:41.952000 GMT+1

De reyes y de sastres

 

Vocación o equivocación

Madrid se pliega al “por ser vos quien sois”, y cuenta desde hoy con una alcaldesa peculiar. Peculiar fue su forma de acceso a la política, como peculiares son sus más controvertidas declaraciones de mujer ilustrada, inteligente y sobradamente preparada en diferentes ámbitos de la gestión pública. No creo que nadie dude de eso. A las pruebas me remito. Esoterismos al margen,  Ana Botella comparte con Rajoy una característica: la de patinar sobre una pista de desatinos cada vez que toca improvisar. La esposa de José María Aznar dice poseer vocación de servicio público y tener como referente en ese aspecto a su propio marido, el mandarín de la FAES, una especie de Santa Inquisición del liberalismo. Aznar es como Torquemada, pero en pequeñín, y con mayor arraigo en los músculos financieros.  Desde luego, a nada que doña Ana secunde el éxito de su pareja, seguro que logrará aumentar espectacularmente su patrimonio. Ah, y decir adiós a los tradicionales pareos luciendo unos abdominales envidiables.

 

Pasando por el aro

Uno de las primeros objetivos a los que ha apuntado la nueva alcaldesa de Madrid es al de fijar la candidatura de Madrid para la organización de los Juegos Olímpicos de 2020. Son los madrileños quienes deben decidir si en plena época de recesión, con más de 225.000 parados y con  una deuda récord, tiene el más mínimo sentido y el menor de los decoros seguir proyectando una obsesión personal del anterior responsable del municipio de Madrid. Ideológicamente, encaja, sin duda, en las artes del Partido Popular, pues unos Juegos garantizan cuantiosos ingresos a un selecto grupo de escogidos, y requieren, por el contrario,  de una mayúscula inversión que pagar entre todos. Es el sonsonete del liberalismo por excelencia. Ana Botella agita el sonajero. No tiene ritmo, pero es lo de menos. Lo importante es la mano que mece la cuna.

 

Personal e intransferible (por desgracia)

Dice el rey Juan Carlos, en referencia a su reciente mensaje navideño, que  "no hay que personalizar, que es lo que a veces hace la prensa." Personalizar no es algo insano ni criticable. Tenga en cuenta nuestra graciosa Majestad que los dictadores también lo hacen. Véase, sin ir más lejos, cómo Franco personalizó, es decir, le dio un carácter personal a la monarquía española, eligiéndolo a dedo precisamente a él. Es por eso que ahora luce como monarca…de todos los españoles.

 

Predicar con el ejemplo

Además, de refunfuñar, el hoy ovacionado miembro de la dinastía borbónica, ha regalado algún que otro curioso titular. Pongamos como ejemplo este: “Hemos de defender la honradez". Bien, surge a bote pronto una pregunta inocente: ¿y qué va a hacer usted, Majestad, para contribuir a tan noble tarea?

 

Del mutis impropio al  De motu propio

Lo que sí hará mañana mismo la Casa Real será hacer públicas sus cuentas. Brillan, sin duda, la espontaneidad más absoluta, así como una ejemplar voluntariedad en semejante medida. Vamos, que han tardado treinta años, pero era porque “la estaban peinando”.

 

En la salud, pero no en la enfermedad

Curiosa paradoja. Eterna contradicción. En el terreno religioso se acogen a paradigmas sagrados, pero luego viajan hasta las antípodas huyendo de sus promesas. Hablan de amor al prójimo, de justicia, de igualdad, pero defienden con uñas y dientes el privilegio propio que reposa sobre la desventaja ajena. La idolatrada Aguirre proseguirá su paseo militar en la Comunidad de Madrid, esta vez penalizando a los trabajadores públicos que se acojan a una baja laboral. Es la ley del más fuerte. Si flojeas de salud, más te vale ser adinerado. Quizá no dentro de mucho no encontremos la película John Q tan lejana a nuestro entorno. ¿Dónde se decía aquello de “El trabajo os hará libres”?

 

En Babia

Y de la avispada presidenta regional, al delantero atolondrado que vive en un eterno fuera de juego. Sí, Tomás Gómez, que ha dicho: “Esperanza Aguirre abre la puerta a que las empresas privadas penalicen a los trabajadores enfermos al hacerlo ella con los públicos”. Don Tomás, a ver si va usted espabilando, que ya hay empresas privadas haciendo eso. 

 

Un sastre que lo borda

Y Camps, un presidente de la Generalitat valenciana, sentado estratégicamente tras un orondo abogado defensor para no dar la cara. Tanto trabajar por los valencianos, tanto tomar medidas, y ahora resulta que los problemas vienen de quien se las tomaba a él. Si es cierto el relato del sastre (que, por cierto, no es sastre), Ricardo Costa y Francisco Camps no se ponían cualquier trapito. Hay un dicho en el comercio que asegura que quien paga siempre tiene razón. Solo que ni Costa ni Camps encuentran las facturas.

Escrito por: Jean.2011/12/27 16:59:41.952000 GMT+1
Etiquetas: ana_botella tomás_gómez franco esperanza_aguirre gallardón rey_juan_carlos ricardo_costa madrid camps aznar | Permalink | Comentarios (1) | Referencias (0)

Comentarios

Totalmente de acuerdo Don Jean.

Escrito por: currito52.2011/12/27 22:16:50.545000 GMT+1

Comentar





Por favor responde a esta pregunta para añadir tu comentario
Color del caballo blanco de Santiago? (todo en minúsculas)