Rajoy tiene más miedo que vergüenza, lo cual tampoco es indicativo de absolutamente nada, considerando lo que cabe considerar. El caso es que Mariano se ha apresurado a montar el tinglado de la elección del candidato del PP a la Presidencia con más tiritera y sudores de lo normal. Al dirigente popular el puro le temblaba en los labios y le crecían las canas en las sienes. Claro, le entraron los siete males cuando Gallardón destapó la caja de los truenos. Mariano miraba hacia atrás y sólo veía codazos. El desfile de vanidades y la oratoria beligerante se han adueñado del verano pepero. Acebes abría líneas de investigación bucólicas mientras a Zaplana le fastidiaban sus sesiones al sol. Zaplana se pasa los lunes al sol, sí… y los martes, los miércoles, los jueves… Sólo le gusta la sombra cuando va a los toros.
Los medios de comunicación amigos no han tardado en tomar posiciones. Unos aderezan a Rato; otros acicalan al alcalde de Madrid, un prestidigitador que saca conejos de la chistera como nadie. Así está el patio. Y en ésas, el cerebro creador del PP se ha puesto a expulsar citas como un loco. Al bueno de Astarloa se le van las fuerzas por la boca (curioso que no sea por las orejas), se pone cinegético, papirofléxico, belicoso y pendenciero, y suelta barbaridades sin que nadie ponga el grito en el firmamento. Y hablando de las alturas, Rajoy pone a los suyos por las nubes y asegura que él podría formar 50 Gobiernos infinitamente mejores que los que ha formado el señor Rodríguez Zapatero. Hombre, la cosa no es tan difícil. Ahora bien, echando un vistazo a la calle Génova, uno tiene la impresión de que allí es más fácil surtir de concursantes a la casa de Gran Hermano que sacar ministros de provecho.
Ahora, ojito, que cuando Rajoy se pone serio… Es un hacha, el tío. ¡Qué oratoria! ¡Qué inmensa dialéctica! ¡Divo!
Ahí va un par de perlas:
Perla nº 1: “Exijo al PP que se dedique a este único objetivo (ganar los comicios). Les pido a todos el máximo esfuerzo, lo demás no nos importa”.
(Esto es como decirle a Miliki que se dedique a cantar a los niños, o como pedirle a Julio Iglesias que nos dé su perfil bueno. Va a pasar sí o sí; no hay otra. Es que este Rajoy es más soso que un concierto de Nana Mouskouri, de verdad).
Perla nº2: “El nuestro será un Gobierno como Dios manda”
(Ojo, se recomienda no leer el capítulo 28 del Deuteronomio, que aparece en el Antiguo Testamento. ¡Un Gobierno como Dios manda! Lo que manda es huevos. Se acabó lo que se daba. Leches, que ahí está el sexto mandamiento. Ya sabemos lo que se avecina si ganan los peperos. Por cierto, a esta hora, se desconoce si Rajoy, en caso de victorial electoral, tiene previsto ofrecerle alguna cartera al padre Apeles, sacerdote por la gracia de Dios).
Pues eso, que nos pillen confesados.
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