El inglés David Beckham, el futbolista de la globalización y del sarpullido mercadotécnico, se las pira. Lo adelantó la SKY italiana hace unos días, y aunque algún vocerillo del club merengón dilapidador quiso desmentirlo, en apenas 24 horas quedó con el culo al aire y se confirmó que ese celebérrimo anunciante y futbolista ocasional dará con sus huesos en Los Angeles. En España, algunos medios han tratado el asunto con absoluta exageración, cosa que funciona bien en este periodismo de matraca y cascabel que se lleva ahora. “Beckham desata la locura en Los Angeles”, reza un titular. Chiquillo, y todo porque en cuatro horas el club de los Galaxy, donde recalará el inglesito la próxima campaña, ha sumado 1.000 nuevos socios en apenas cuatro horas tras el anuncio del fichaje. Si en un país con más de 300 millones de habitantes, la actitud de mil merece tal consideración, qué diríamos aquí de las rebajas de El Corte Inglés o de los replicantes que le han salido a Acebes entre el facherío patrio. ¡Menuda locura, menuda convulsión! En realidad, se trata de fuegos de artificio de una prensa obligada a sacar petróleo de la cotidianeidad más insulsa. El estadio del nuevo club de Beckham apenas cuenta con aforo para 27.000 espectadores, prácticamente un tercio de los que cada quince días se dan cita en el Santiago Bernabéu para sufrir con el pésimo y aburridísimo juego de las abejas reinas y obreras de Capello. Y en el desinformativo de Telecinco, dicen que no se habla de otra cosa desde Los Angeles a Nueva York. ¡Qué viene Beckham! Pero la realidad dicta otra cosa en un país en el que el fútbol es un deporte minoritario, muy por detrás del béisbol, del fútbol americano y del baloncesto, incluido el universitario. Fíjense cómo será de popular Beckham, que el periodista que deambula por plena Times Square tiene que llevar una foto del rubiales para que los transeúntes sepan de quién demonios les están hablando*. Aunque, hay que reconocer que el fútbol obra milagros. ¿Pues no se cuentan por miles los que creen fuera de nuestras fronteras que la capital de España es Real Madrid?
*A decir verdad, Beckham figura en el puesto 43 de los famosos para los estadounidenses en el ranking que elabora la revista Forbes, pero indudablemente le debe eso a Pepsi, Gilette y no sé cuántas multinacionales más, antes que al balompié.
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