Hoy, 15 de julio de 2008, Público dedica un dossier al ya célebre Manifiesto por la Lengua Común. Ese amplio informe incluye el siguiente artículo de Javier Ortiz.
La circunstancia tiene lo suyo de cómica: entre quienes han anunciado su respaldo al Manifiesto por la Lengua Común figuran no pocos insuperables pateadores de la sintaxis castellana y bastantes otros que tienen más que acreditada su capacidad para dar cumplida cuenta de la totalidad de su pensamiento con un máximo de doscientas palabras.
¿Grotesco? Sí, pero también digno de reflexión. Vale la pena preguntarse, por ejemplo, qué puede hacer que gente que muestra un perfecto desprecio funcional por la lengua castellana se sienta impelida a salir en su defensa. Y qué une a ese género de personajes, inconscientes fustigadores de un idioma cuyas posibilidades desconocen casi por completo, con los abajofirmantes iniciales del Manifiesto, muchos de ellos dotados de un amplio y meritorio historial académico y algunos, incluso, buenos escritores. También parece oportuno indagar sobre lo que une a los propios abajofirmantes entre sí.
“El derechismo”, responden algunos. No; no es ése el factor común. Admito sin problemas que el neoliberalismo a ultranza de Vargas Llosa encaja con los postulados de la derecha internacional. Tampoco discuto que entre los promotores del Manifiesto hay algunos (y una) que se llevaron a partir un piñón con el Gobierno de Aznar, e incluso trabajaron a su servicio. Pero hay otros que provienen de lo que se suele denominar “la izquierda”, y varios siguen presentándose como parte de ella.
Si examinamos las opciones políticas del grupo de primeros firmantes del Manifiesto, lo primero que salta a la vista es el peso decisivo que tienen en él los integrantes de Unión Progreso y Democracia (UPyD), reforzados por varios provenientes de Ciutadans de Catalunya, muy en la onda del partido de Rosa Díez.
¿Sabe usted qué opina ese partido sobre el trasvase del Ebro, el Sahara Occidental, la política pesquera, la contención salarial o la crisis energética? No es imposible que UPyD tenga dicho o escrito algo sobre tales cuestiones. Lo que es seguro es que sus puntos de vista al respecto, por hipotéticamente originales que pudieran ser, jamás habrían propiciado la formación de un nuevo partido.
Tampoco la publicación de este Manifiesto.
Tanto lo uno como lo otro se explica por la obsesión casi monográfica, y en algunos casos realmente enfermiza, que sienten sus aventadores principales por los nacionalismos minoritarios y cuanto vinculan a ellos. Es por esa obsesión por la que son conocidos públicamente y por la que suscitan reacciones, sean de apoyo o de rechazo.
Antes he señalado que el grupo promotor del Manifiesto se compone de una mayoría de personas de reconocidos títulos académicos y de algunos buenos escritores. Me llamó la atención que los autores intelectuales del Manifiesto pusieran tanto interés en exhibir a tanto cátedro en el proscenio de su iniciativa. Que una persona posea una sólida formación académica en tal o cual materia específica no certifica, ni poco ni mucho, que sea experto en los problemas lingüísticos y sociales que afrontan quienes utilizan una determinada lengua como instrumento de aprendizaje y comunicación. De hecho, es frecuente que los investigadores y estudiosos se expresen ellos mismos en una jerga profesional abstrusa y distante. Si, además, se trata de personas que viven alejadas –en kilómetros o en posición social– del supuesto problema sobre el que se pronuncian, la autoridad que les confiere su capacitación académica se reduce al mínimo.
Es difícil no sospechar que quienes tuvieron la idea de lanzar este Manifiesto (no hablo de quienes lo rubricaron a la hora de su presentación en público, sino de quienes lo planearon) buscaron parapetarlo tras los méritos profesionales de esas autoridades universitarias, con la esperanza de apabullar de antemano a los esperables críticos de la iniciativa. Deben de creer que en España hay mucho papanatas.
Algunos de los primeros firmantes del escrito explican que lo asumieron con la única intención de romper una lanza en pro de los derechos lingüísticos de los castellanohablantes de Cataluña, Baleares, Euskadi y Galicia. El argumento podría tener algún sentido si en esas comunidades existieran movimientos ciudadanos de cierto peso social que protestaran porque se sienten privados de esos derechos. Pero no los hay. Las quejas que se han hecho oír han sido casi anecdóticas, por mucho que ciertos medios capitalinos las hayan magnificado.
Niegan los guardianes del fuego sagrado del Manifiesto que hayan pretendido promover una campaña política de hostilidad contra nadie y, menos aún, desdeñar el valor de las lenguas minorizadas. No juzguemos propósitos; ciñémonos a los hechos. Y el hecho es que bastaba con comprobar qué tribunas mediáticas asumieron la promoción del Manifiesto para que los abajofirmantes se hubieran apercibido desde el principio de que se estaban metiendo de hoz y coz en una plataforma de “exaltación patriótica”, les llevara a ello un impulso de signo jacobino, supuestamente de izquierda, o el sentimiento uniformizador típico de la derecha española.
Ahora, algunos de los primeros promotores del escrito –con medias palabras en público y sin tapujos en privado, según testimonio del ex director de ABC José Antonio Zarzalejos (*)– se dicen molestos por haberse visto mezclados en una gresca cuyo signo político ya nadie se esfuerza en disimular, básicamente porque es indisimulable.
De ser sinceras sus protestas de intención, habremos de concluir que hay escritores e intelectuales que pueden tener méritos para dar y tirar, pero a los que les flaquean lastimosamente los sentidos: el tacto, por supuesto, pero aún más el gusto, la vista... y el olfato.
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(*) J. A. Zarzalejos, El Manifiesto, más allá de sus autores, Estrella Digital, 11 de julio de 2008.
Comentarios
Estoy de acuerdo, pero has estado demasiado fino, para mi gusto. Los podrías haber azuzado un poco más.
Un abrazo, Javier.
Escrito por: llorenç.2008/07/15 08:56:13.107000 GMT+2
Me ha parecido un artículo bueno y esclarecedor.
A seguir así
Saludos
Escrito por: .2008/07/15 10:38:57.766000 GMT+2
Escrito por: Artanis.2008/07/15 12:04:14.595000 GMT+2
Es impresionante que debamos dar las gracias a comentarios como este; debería ser lo normal. ¿Porqué tanto interés en crispar a la gente, en enfrentarla, en manipularla,...?¿Porqué tanta miopía y tanta ceguera?
Alguién me puede responder? Gracias.
Escrito por: santi.2008/07/15 12:56:1.278000 GMT+2
Algunos intelectuales que han promovido o se han sumado al Manifiesto me recuerdan a los Unamuno, Ortega y Marañón de hace ochenta años. Estuvieron contra la dictadura, apoyaron la llegada de la democracia, lamentaron los excesos de la República ("No es eso, no es eso") ... y terminaron apoyando a Franco. Para ellos, cualquier cosa era mejor que el terror rojo.
Para estos intelectuales y para sus seguidores, cualquier cosa es mejor que los nacionalismos y apoyarán a cualquiera que imponga un sistema político centralista. Por supuesto, nos dirán que una dictadura o semi-dictadura centralista es una cosa moderna y de progreso: por eso la apoyarán ellos, que son modernos y progresistas.
Si llega esa dictadura, los catedráticos manifestantes mantendrán sus cátedras y los intelectuales mantendrán sus prebendas. Serán mimados por el régimen, como lo fueron Marañón y Ortega. Algunos lamentarán en privado y en voz baja algún exceso represivo o alguna decisión exagerada, pero habrá sido el precio a pagar por librarse de la odiosa imposición nacionalista.
Estos personajes defienden el statu quo (el centralismo y la supremacía de la lengua castellana) surgido de la Guerra Civil y estarían dispuestos a llevarnos a otra guerra con tal de restaurar ese statu quo. Cuidado con ellos.
Escrito por: Xis.2008/07/15 13:14:50.898000 GMT+2
Escrito por: Alucinada.2008/07/15 14:34:1.452000 GMT+2
Lo de esa gente no es cosa de miopía o ceguera, es cuestión de mala baba. Saben muy bien que el castellano no está en peligro en esas "innombrables" comunidades nacionalistas. Lo que hay detrás de esa gentuza es odio, soberbia y prepotencia. Tienen la mentalidad del amo respecto al esclavo. Si podrían nos darían de latigazos por atrevernos a tratarlos de igual a igual. Me dan asco. No los aguanto. Quiero ser de otro Estado al de éllos y no me (nos) dejan divorciarnos pacíficamente. Ni tan siquiera dejan que pueda saberse nuestro deseo a través de una consulta. Son unos fachas cada vez menos encubiertos.
A no olvidar que además están los intereses electorales del partido de la vasca (jajaja) Rosa Diez y de la venta de periódicos, aprovechando la exaltación del NACIONALISMO ESPAÑOL, a cuenta de sus manipuladoras acciones, para llevar el ascua a su sardina
Mi más profundo desprecio hacia ell@s
Escrito por: Golfi.2008/07/15 14:56:29.685000 GMT+2
A Xis: Unamuno supo rectificar su apoyo a Franco y no hay más que recordar su "venceréis pero no convenceréis" delante de todos los trogloditas franquistas.
A Alucinante: Vivo en Bilbao y lo que tengo problemas es para hablar euskera. He vivido siempre en un ambiente castellanoparlante "cerrado" donde el euskera sólo se "oía" en ETB1. En mi entorno casi nadie habla euskera y jamás han tenido un problema de comunicación ni de integración por no hablarlo. No manipulemos, que no hay más que salir a la calle en Bilbao para ver que todo el mundo se entiende en castellano.
Escrito por: Jonlabeko.2008/07/15 16:10:52.481000 GMT+2
http://pasenveanyopinen.blogspot.com
Todo esto de las firmas será un claro oportunismo derechista, pero lo grave es que la Izquierda igualitaria e internacionlista se ha esfumado pisoteada por defensores de privilegios feudales. El mundo alrevés.
Escrito por: Nkeer.2008/07/15 16:22:15.584000 GMT+2
Muy bueno el artículo, Javier, como también el de Público.
Como buenos son para mí los comentarios de Xis y de Jonlabeko. Me deja alucinado "Alucinada", pero no es nuevo en Euskadi, de donde soy y donde vivo, y donde no pude llamarme con el nombre en que fuí bautizado, durante cuarenta años, gracias a quienes dictaron la ideología de tantas "Alucinadas" que todavía intentan marginar nuestra cultura milenaria, anterior a la existencia de la de Castilla Imperial.
Bueno, "Alucinada" dice también "Me pregunto por qué les molesta tanto que se pida libertad y capacidad de decisión". A lo mejor resulta que en el fondo está a favor de la consulta...
Escrito por: Gorka.2008/07/15 16:30:48.745000 GMT+2
udueaz
¿Qué libertad ni qué leches? ¿Que no se puede estudiar la primaria en castellano? ¿Qué tiene eso de malo en una sociedad en la que el castellano domina sobre las otras lenguas en todos los terrenos? Alguien que habla catalán, por ejemplo, se pone a hablar en castellano cuando otra persona se dirige a él/ella en esta lengua; aunque esa otra persona entienda el catalán. Lo contrario pasa en muy raras ocasiones. Es sólo una muestra de qué lengua se impone sobre la otra: sumisión lingüística y no dominio de la lengua dominada por parte del castellanohablante.
¿Por qué no se exige libertad para, por ejemplo, no estudiar matemáticas? ¿Por qué no hay libertad para, por ejemplo, estudiar euskera en València? ¿No es una "lengua española", según el Manifiesto?
Escrito por: Vicent.2008/07/15 16:58:4.090000 GMT+2
envuelta en sus harapos desprecia cuanto ignora".
Escrito por: Darius.2008/07/15 17:00:30.471000 GMT+2
Escrito por: celaya.2008/07/15 18:56:59.735000 GMT+2
Escrito por: Manuel Couceiro.2008/07/15 21:56:40.233000 GMT+2
http://www.manuelcouceiro.com
Estuve en Francia y me dejo alucinaaaado el idioma.
Que al pan le llamen "Pain" vale, Que al vino le llamen "vin" vale tambien.
Pero que la queso le llamen "fromage" por ahi no paso si se ve mismamente que es queso.
Escrito por: leo.2008/07/15 23:56:39.403000 GMT+2
Escrito por: Antonio.2008/07/19 08:07:58.596000 GMT+2