El locutor encargado de dar las noticias en Radio Nacional --de dar las noticias, insisto: no de escribir los editoriales-- califica de «victimista» al PNV.
Comentaba anoche a unos amigos durante la cena que tuvimos tras la conferencia que di en Málaga, que la paranoia es muy difícil de combatir cuando la persona que padece de manía persecutoria está realmente perseguida. Felipe González estaba obsesionado con que había una campaña de persecución contra él, pero el hecho es que, además, algunos le perseguíamos. ¿Cómo demostrarle que su obsesión era enfermiza?
Ahora dicen que el PNV adopta actitudes victimistas. Y es verdad que sus dirigentes llevan 25 años viviendo en estado de queja permanente. Pero la crítica se hace ahora mucho más difícil, porque realmente es víctima. «¡Para víctimas, las del terrorismo!», se indignan algunos. Para víctimas del terrorismo, las víctimas del terrorismo, ciertamente. Pero para víctimas del acoso mediático, los nacionalistas vascos. Ni un respiro: todos los informativos con sede en Madrid les zurran la badana, hora sí hora también.
Esperé ayer encontrar en los medios madrileños alguna voz -una sola: me conformaba con poco-- que saliera en defensa de los nacionalistas vascos tras la estrafalaria decisión que tomó la Junta Electoral autonómica en su contra. Si esa voz se alzó, yo no la oí. ¡Caramba, también es coincidencia! Ellos, victimistas de por sí, consideran que tanta coincidencia resulta sospechosa.
Qué queréis que os diga: yo también.
Javier Ortiz. Diario de un resentido social (20 de abril de 2001). Subido a "Desde Jamaica" el 6 de mayo de 2017.
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