La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) se ha quejado malhumoradamente de la actitud de las gentes del cine español, que no exhibieron pegatas contra ETA en la última gala de los Goya.
Estoy totalmente de acuerdo con la crítica.
Es más: creo que la AVT se ha quedado muy corta.
Los organizadores de los Goya no sólo se olvidaron de las víctimas de la AVT, sino de muchísimas más víctimas.
De casi todas, si bien se piensa.
¿Cómo pudieron no ponerse en la pechera grandes pegatas de recuerdo de las víctimas de la violencia de género? Es incomprensible. ¡Y eso que con la película de Icíar Bollain lo tenían fácil! La AVT sabe sin duda que el número de víctimas de eso que algunos llaman «terrorismo doméstico» ha sido este año pasado muy superior al de las causadas por ETA.
Es harto difícil entender igualmente que las estrellas del cine español no expresaran anteanoche de manera bien visible su solidaridad con las muchas, muchísimas víctimas de la inmigración ilegal. Aquí ya la comparación entre las cifras -entre los dramas- resulta ociosa. Por cada víctima que se ha cobrado ETA, los traficantes de mano de obra barata se han llevado por delante 50 vidas, o más. La AVT lo sabe. Como sabe que los culpables de esa sangría tienen nombres y apellidos, a veces muy españoles. Y con carné de partido también muy español.
A decir verdad, y puestos a solidarizarse con víctimas de dramas amargos y crueles, ignoro cómo pudo ser que las gentes del cine dejaran de lado a los hombres que perdieron su vida en Puertollano por negligencia de los mandamases de Repsol. En aquel solo accidente de gestación obviamente dolosa murieron más hombres que en todos los atentados de ETA del pasado año. ¿Qué menos que una pegata?
Los responsables de la AVT deberían recordar además que, como bien dicta la sabiduría popular, los duelos con pan son menos. Porque casi ninguna de las familias de esas otras víctimas olvidadas ha cobrado nada que ayude a aliviar el peso de su desgracia. Cosa que no pueden decir ellos.
Otra cosa deberían no olvidar: que la guerra que vilipendiaron el año pasado los participantes en la gala de los premios Goya fue capaz de producir en pocas horas muchísimas más víctimas que ETA a lo largo de toda su existencia.
Desgracias hay muchísimas. Pero no todas del tamaño de una guerra.
Los dirigentes de la AVT se quejan mucho de la gente «que mira siempre para otro lado». Es lo contrario de lo que hacen ellos: sólo miran para el suyo.
Javier Ortiz. Apuntes del natural (2 de febrero de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 8 de mayo de 2017.
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