Manifestación de marineros de Vigo -no demasiados, todo sea dicho- contra los militantes de Greenpeace que denuncian la sobreexplotación de los caladeros y, más en concreto, la utilización de artes de pesca que destruyen los fondos marinos.
Les gritan «¡Sinvergüenzas!».
Hace falta tener poca vergüenza.
Si los manifestantes son realmente marineros -además de agentes de la patronal, quiero decir-, tienen que saber más que de sobra que los barcos de Galicia -y de muchas otras zonas, por supuesto-, vienen usando desde hace decenios sistemas de pesca que son una barbaridad. Incluida la dinamita. Tienen que saber igualmente que se pasan por el arco del triunfo las cuotas de capturas que les fija la UE para la pesca de determinadas especies. Si las cosas siguen más o menos como en los tiempos en los que yo me dediqué al periodismo marítimo-pesquero -y no me extrañaría que estuvieran peor-, sabrán también perfectamente que esas irregularidades son sólo una parte de la irregularidad general en la que vive el gremio.
Por no tener en condiciones, ni siquiera están utilizables en muchos casos los botes de salvamento.
«Vivimos de eso», se quejan.
Claro.
Recuerdo algunas conversaciones con trabajadores de Eibar, allá por finales de los 60. Se quejaban de las campañas que hacíamos contra la venta al Estado de Israel de armas fabricadas en su pueblo. También ellos decían: «Vivimos de eso». «Pues vivid», les respondíamos, «pero no pretendáis que hagamos la vista gorda ante la masacre del pueblo palestino a la que contribuyen vuestros patronos».
Cada cual trabaja en lo que puede y donde le dejan (empezando por mí mismo, desde luego). Pero una cosa es buscarse un modo de subsistir y otra pretender que el tipo que te paga es un benefactor de la Humanidad. Salir a manifestarse contra quien le pone las peras al cuarto con todo merecimiento es una perfecta desvergüenza. Una de las peores desvergüenzas en las que puede incurrir un trabajador.
Javier Ortiz. Apuntes del natural (20 de noviembre de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 12 de julio de 2017.
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