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1996/03/24 08:00:00 GMT+2

Vacas sagradas locas

Encefalitis espongiforme. Se está estudiando intensamente en Gran Bretaña la epidemia de encefalopatía espongiforme bovina, más conocida por crisis de las vacas locas. Es poco lo que se sabe de esta enfermedad, que provoca que las vacas, bueyes y otros bovinos, en lugar de tener la vida aburrida a la que fueron destinados por el Supremo Hacedor, dedicada a pacer hierba y espantar moscas con el rabo, se ponen a jugar al corro de las patatas y sueltan risotadas en vez de mugidos, para acabar muriendo con el cerebro convertido en vichyssoise. Los investigadores creen que el agente infeccioso es un virus, pero, de estar en su caso, me aseguraría que las reses británicas no han estado leyendo periódicos de ésos que cuentan las peripecias de Carlos, Diana, Camilla y demás.

Profilaxis. A la vista de la situación británica, el Gobierno español en disfunciones ha tomado tres medidas de carácter extraordinario: 1ª) Ha prohibido la importación de carne de buey y ternera del Reino Unido; 2ª) Ha solicitado a Francia la entrega de Josu Ternera; y 3ª) Ha nombrado dos nuevos generales de la Guardia Civil. Esto último lo ha explicado el ministro de la Presidencia, Pérez Rubalcaba, diciendo: «Eso que tenemos ganado».

Variante española. Pero, mientras todo el mundo se preocupa mucho por la epidemia británica, pasa peligrosamente desapercibido el brote de encefalopatía político-espongiforme que ha surgido en España, claramente perceptible en bastantes de las vacas sagradas y bueyes laicos de la actualidad política, que se han puesto a hacer cosas rarísimas, muestra del alto grado degenerativo de su presunta materia gris.

Pentecostitis. Caso verdaderamente portentoso es el que presenta el señor Aznar, conocido toro abanto, al que le ha entrado súbitamente una pentecostitis, infección política que acarrea el don de lenguas. El presidente del PP guarda su habilidad recatada: según propia declaración, sólo la muestra en la intimidad, como las vergüenzas. En público se cuida muy mucho de exhibirla, y hasta la disimula astutamente, diciendo Puyol, para que no se note que sabe cómo se pronuncia la j catalana, que no tiene nada que ver con la y castellana (aunque sí, curiosamente, con la y porteña).

Aznar sólo ha demostrado saber catalán precisamente cuando ha hablado del lío de las vacas locas. Le preguntaron: «¿Qué opina del problema de las reses británicas?». Y él contestó: «Res de res».

Puede ser, de todos modos, que lo de decir Puyol lo haga para demostrar que está preparado para ser presidente del Gobierno español: como es sabido, tanto Suárez como González han tenido siempre a gala pronunciar mal el apellido del presidente catalán.

Giligilosis. Otra vaca sagrada loca, pero que muy loca -y pero que muy vaca-, es el nada atlético presidente del Atlético, Jesús Gil y Gil. Gil se ha vuelto tarumba completo: cree tener en su cerebro un babosómetro y un hijoputómetro, instrumentos que, según él, le permiten detectar de inmediato a todos los babosos e hijos de puta que hay en el mundo. La verdad es que, si fuera por sitio, dentro de su cerebro podrían caber esos aparatos y muchos más. Los dos últimos inventos giligilósicos son el boxeo con guardaespaldas -también llamado pu-gilismo- y el franquismo ostentóreo.

En su delirio espongiforme, Gil va diciendo que ha enseñado a su caballo Imperioso a decir su nombre. Lo cierto es que el caballo se limita a relinchar: ¡Giiiiiil!

Amieditis. Otro enloquecimiento súbito es el padecido en los últimos días por el ex policía José Amiedo Fauces. En su caso, la enfermedad se manifiesta como en los ordenadores: el virus le afecta a la memoria. También le provoca cambios bruscos en el apetito: pasa sin transición alguna de apetecerle colaborar con la Justicia a apetecerle recuperar el dinero de Suiza.

Este loco está también como para que lo encierren, sólo que en otro tipo de establecimiento.

Feliposis. Una variante más de encefalopatía político-espongiforme es la detectada en estos días en la cabaña felipista. A sus vacas sagradas les da por actuar a la vez como Gobierno y como oposición: ora aprueban decretos y hacen nombramientos, ora se expresan en tanto que «primer partido de la oposición».

El peligro es que le acaben cogiendo el gusto y decidan dejarnos en ésas para siempre.

Pregunta: ¿Y todo esto es ganado bovino?

Respuesta: Bovino, o tontito, pero muy listo no parece, la verdad.

Javier Ortiz. Zooilógico, El Mundo (24 de marzo de 1996). Subido a "Desde Jamaica" el 29 de septiembre de 2013.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.1996/03/24 08:00:00 GMT+2
Etiquetas: zooilógico el_mundo vacas_locas 1996 | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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