«Pero, ¿no te parece un poco triste este hombre?», le dice ella. «Pues sí que la vida está como para ir dando saltos de alegría», le responde él. «Precisamente por eso. Ya me deprimo yo sola, sin necesidad de acompañamiento musical», insiste ella.
Pero miente. Un cuarto de hora después, a la cuarentona que no necesitaba acompañamiento musical para su tristeza ya se le han asomado las lágrimas a los ojos entonando el Silenci que Llach dedica a la independentista Núria Cadenas, encarcelada. Insumisión, antimilitarismo, catalanidad... Esta no es sin embargo una ceremonia política -sólo veo una senyera y una pancarta de insumisos- ni tampoco un ejercicio de nostalgia, aunque entre los 17.000 presentes habrá no pocos de los que en enero de 1976 dimos la bienvenida al de Verges, hasta entonces prohibido, entonando emocionados este mismo Silenci.
Un pont de mar blava (Un puente de mar azul) es, de todos modos, cualquier cosa menos triste. Es un canto a la solidaridad entre los pueblos a través de la música y la poesía. Llach habla de mestizaje, y la palabra es adecuada: los poemas, construidos mano a mano con el gran Miquel Martí i Pol y cantados en catalán, árabe y griego, hablan del Mediterráneo y de sus culturas, y la música -el descubrimiento de El Misteri de Elche, ese prodigio de mestizaje musical, ha sido fundamental en la carrera de Llach, que lo ha aprovechado para recrear la música del Ara mateix, compuesta hace años para acompañar también versos de Martí i Pol- recoge todos los acentos que llegan hasta las orillas de la Mar Madre.
«Te dejo un puente de mar azul, te dejo un ramo de preguntas. Un puente que nos enseñe el olvidado gesto de los rebeldes... Te dejo el espacio lleno de luz donde se mira el mar... Un puente que una pieles y vidas diferentes, diferentes». Sólo que el castellano no le hace justicia a esta larga bellísima habanera con trozos de marcha mora que Llach va desgranando con rabia y melancolía, sus dos grandes armas. La ovación duró diez minutos. Lo mismo podía haber sido el doble.
Javier Ortiz. El Mundo (28 de noviembre de 1993). Subido a "Desde Jamaica" el 24 de diciembre de 2012.
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Escrito por: .2012/12/29 09:23:27.092000 GMT+1