Lo más preocupante del rápido viaje que realizó anteayer el secretario de Defensa de EEUU a Irak es que tuviera intenciones electoralistas, como se ha dicho. Porque si lo que hizo y dijo le añade prestigio, vamos buenos.
Para empezar, Donald Rumsfeld no movió ni un dedo para enterarse de lo sucedido realmente en la prisión de Abu Ghraib. No se entrevistó con ningún iraquí, ni siquiera de los que colaboran con las fuerzas de ocupación a su mando. No tuvo contacto con ninguna persona independiente que pudiera aportarle información desinteresada sobre las denuncias de torturas a los prisioneros. No pidió perdón al pueblo de Irak, a quien de hecho no se dirigió en ningún momento, ni directa ni indirectamente. Sin contar con ni un solo dato más de los que ya tenía antes de emprender vuelo hacia Bagdad, acusó a los medios de comunicación de haber exagerado lo ocurrido e incluso de haberse «servido de mentiras», aunque se cuidó muy mucho de señalar cuáles.
En defensa de sus posiciones, Rumsfeld empleó argumentos que obligan a preguntarse si es él quien no da los mínimos o si se expresa así porque piensa que es la audiencia la que no se merece nada mejor. Por ejemplo, llegó a decir que no es verdad que las denuncias de torturas hayan debilitado gravemente el prestigio de su país en el mundo y aportó como prueba... que cada vez hay más extranjeros que quieren hacerse ciudadanos de los Estados Unidos.
Otra joya de no menos quilates: informó de que sus soldados tienen encargo de tratar a los prisioneros «humanamente y de acuerdo con la Convención de Ginebra» salvo si se trata «de talibanes o de personas vinculadas a Al Qaeda». Como quiera que los encargados de hacer esa catalogación son ellos mismos, lo que Rumsfeld dijo en realidad es que tratarán humanamente a los prisioneros que les venga en gana. ¿Alguien sabe de algún artículo de la Convención de Ginebra que autorice a no «tratar humanamente» a los prisioneros -es decir, a tratarlos inhumanamente- en tales o cuales casos?
Anteayer también, Human Rights Watch denunció en Londres que el personal de los servicios secretos y del Ejército de los EEUU en Afganistán maltrata a los prisioneros «de forma sistemática» y que los abusos que vienen registrándose allí desde hace meses son «similares» a los constatados en Irak.
«Ustedes han ayudado a liberar a 25 millones de seres humanos», clamó Rumsfeld en su arenga a la tropa estadounidense en Bagdad. Casi de forma simultánea, The Washington Post publicaba los datos de un sondeo realizado en Irak por encargo de la propia Administración norteamericana según el cual el 82% de esos «seres humanos» quiere que sus liberadores se vuelvan para su casa cuanto antes. ¡Ingratos!
Javier Ortiz. Apuntes del natural (15 de mayo de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 26 de mayo de 2017.
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