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2003/12/15 06:00:00 GMT+1

Un encuentro de viejos amigos

No se resistió. Yo tampoco lo habría hecho, pero yo no soy Sadam Husein -cosa que seguro que ya os barruntabais- y jamás he dicho que preferiría la muerte a la humillación de la captura (aunque es probable que, llegados a ese punto, la hubiera preferido).

La detención del ex jefe de Estado de Irak me produjo ayer un doble sentimiento inicial. De un lado, me fastidió el éxito publicitario que supone para las fuerzas invasoras de Bush. Una reacción comprensible, dada mi profunda y justificadísima enemistad hacia el poder de Washington. Pero no me dolió ni un pimiento por el lado interior del asunto. Estoy convencido de que para la resistencia popular iraquí lo sucedido es, en el fondo, ganancia neta: mejor que no tengan a ese maldito plasta sanguinario ni como referencia lejana.

Husein puede ser, además, mucho más útil capturado que oculto. Quiero decir: en el supuesto de que sea sometido a juicio, y no guantanamizado. Algunos han comparado su posible enjuiciamiento con el de Milosevic. Recuérdese que el juicio contra el ex dictador yugoslavo empezó con muchas luces y cientos de taquígrafos, pero que, en cuanto el procesado se puso en plan «Pues mira que tú» y empezó a presentar las pruebas que evidenciaban las muchas vergüenzas de los estados patrocinadores de su encarcelamiento, la noticia perdió por completo su atractivo para los grandes medios occidentales. Y eso que Milosevic no gozó ni del 10 por ciento de las complicidades de las que se benefició Sadam Husein cuando era el ariete del «mundo libre» frente a los integristas iraníes y los comunistas kurdos.

Sería interesante oír a Husein -digo «sería» porque dudo que nos den ocasión de ello- contar de dónde sacó las armas químicas que utilizó en esas empresas militares tan bien vistas en su momento por Washington. Por ejemplo. Que hable a sus anchas sobre los favores que le concedieron sus viejos amigos del Pentágono y la CIA.

Según lo que se ha difundido hasta ahora, Sadam Husein no tenía ningún papel práctico en las actividades de la resistencia iraquí contra las fuerzas de la coalición invasora. Lo único que ha hecho desde su derrocamiento es lanzar un par de mensajes grabados, cuyo rastro es -tiendo a suponer- el que han seguido las fuerzas estadounidenses para localizarlo. No parece que su caída vaya a tener ningún efecto material sobre las actividades de lo que Bush llama «la insurgencia».

De modo que -y vuelvo a lo del principio- su captura es un éxito publicitario para las fuerzas de la coalición pro-estadounidense, pero poco más. A cambio, puede entrañar una bomba de relojería. Tal vez no de destrucción masiva, pero puede que bastante sonora.

Javier Ortiz. Apuntes del natural (15 de diciembre de 2003). Subido a "Desde Jamaica" el 8 de diciembre de 2017.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2003/12/15 06:00:00 GMT+1
Etiquetas: 2003 irak apuntes sadam_husein | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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