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2004/03/13 06:00:00 GMT+1

¿Todos unidos?

«¡Todos unidos contra el terrorismo!», claman a coro los más dilectos representantes políticos.

La tentación es grande. ¿Cómo negarme? ¿Acaso no estoy en contra del terrorismo?

Yo sí. El problema no está en mí, sino en ellos. ¿Están realmente en contra del terrorismo? ¿Todos? ¿En qué medida? ¿Con qué límites?

No espero que lo que voy a escribir a continuación caiga simpático. Confío en que merezca, a cambio, un instante de reflexión.

Por ir al grano: me pregunto qué función exacta cumplen las manifestaciones de masas contra el terrorismo.

Sé que para muchos de los ciudadanos y ciudadanas que participan en ellas tienen un efecto catártico. Les proporcionan un cauce para exteriorizar su ira, su repugnancia, su dolor. Y, en la medida en que dejan aflorar y comparten esos sentimientos, los vuelven menos angustiosos.

Mi pregunta no se refiere a ellos, sino a los convocantes. Al Gobierno, muy especialmente.

El Gobierno sabe que una manifestación de protesta, por grandiosa que sea, no va a influir en el ánimo de los terroristas. Le consta que su resultado práctico es de hecho el contrario: los reafirma.

Eso es así siempre, pero en este caso todavía más. De atenernos a lo escrito por las Brigadas de Abu Hafs-Al Masri *, que son las que se han atribuido la autoría del atentado, su deseo era castigar a España, incluido su pueblo, por la participación del Gobierno de Aznar en el grupo de promotores de la guerra de Irak. En el comunicado que hicieron público el mismo 11-M, las Brigadas en cuestión acusan al pueblo español de haber transigido finalmente con la matanza de civiles iraquíes.

Si el 11-M ha sido una operación de castigo, como dicen, se entenderá que las muestras de dolor de los castigados, lejos de impresionar a los terroristas, les llenen de satisfacción.

El Gobierno -y, más en general, el establishment- no convoca este tipo de manifestaciones para estremecer a los terroristas, sino para que la población cierre filas. Para que, efectivamente, se una, es decir, no se diferencie. Si la población se comporta como un bloque, sólo puede hacerlo bajo un mando: el de quienes ya mandaban previamente. Todas las grandes unidades nacionales se hacen en beneficio de quien en ese momento ostenta la fuerza hegemónica.

Lo que quieren es que todos nos unamos más allá de nuestras diferencias. Que nos unamos con Aznar, con Zaplana, con Fraga, con Rajoy, con Palacio, con Aguirre, con Acebes, con Michavila, con Trillo... y con Barrionuevo, y con Fernández Tapia, y con Jesús Gil. Y con Rodríguez Zapatero y con Pérez Rubalcaba, también, ya de paso.

Bueno, pues no veo por qué habría de unirme con esa gente, que sé, porque lo ha demostrado de sobra, que es falso que esté en contra del terrorismo venga de donde venga, porque se ha mostrado indiferente o incluso ha aplaudido en uno u otro momento acciones terroristas, desde los bombardeos realizados para aterrorizar a la población iraquí a las razzias del Ejército de Israel en Palestina, pasando por los GAL.

Repito entonces la pregunta que encabeza estas líneas: ¿Todos unidos?

Y respondo: no, de ningún modo.

 

Más datos

Siguen apareciendo informaciones que tienden a corroborar (a) que no fue ETA y (b) que fue un grupo vinculado a Al Qaeda.

a) La llamada de ETA a EITB negando su implicación en los hechos merece ser tenida en cuenta. ETA nunca ha mentido sobre sus responsabilidades. Se recuerda una ocasión en que guardó silencio (fue cuando el atentado en la cafetería Rolando, en la calle Correo de Madrid, en 1974), pero lo que no ha hecho jamás es negar sus propios actos. Tengamos en cuenta, además, que lo ocurrido no ha sido resultado de un error, sino algo buscado deliberadamente. De ser la matanza cosa suya, lo lógico sería que la asumiera.

Es ridículo que el Gobierno niegue credibilidad al comunicado de ETA. Sobre todo porque la persona que telefoneó a EITB, según ha corroborado el análisis de su voz, es la misma que leyó el comunicado en el que la organización terrorista se declaraba en tregua en Cataluña. Y entonces el Gobierno le atribuyó plena credibilidad.

b) Un experto norteamericano en terrorismo, citado ayer por diversos medios, ha declarado que la técnica consistente en hacer estallar en cadena varios artefactos en diversos puntos próximos «es típica de Al Qaeda». ETA jamás la ha usado.

El Gobierno se empeña desesperadamente en llegar al domingo -a las urnas- en medio de la mayor confusión posible. La carta que envió Ana Palacio a las embajadas de España en todo el mundo ordenando a los embajadores que dijeran a los medios de comunicación de los países en que se encuentran que la autoría de ETA está demostrada -carta que mandó cuando ya había sido localizada la furgoneta de Alcalá- prueba la clase de juego sucio que está haciendo el Gobierno. Imagino que les saldrá relativamente bien. El personal de a pie está muy desinformado.

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* Según he leído u oído en algún lado, Abu Hafs-Al Masri (es decir, Abu Hafs, «el Egipcio») fue un combatiente islamista que murió en la guerra de Afganistán enfrentándose a las tropas norteamericanas.

Javier Ortiz. Apuntes del natural (13 de marzo de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 13 de mayo de 2017.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2004/03/13 06:00:00 GMT+1
Etiquetas: 11m madrid terrorismo apuntes 2004 | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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