La UE estudia hoy la adopción de medidas económicas contra el cultivo del tabaco o más bien, si es que he entendido la noticia, para no incentivar su producción.
Ayer estuve particularmente sensibilizado con el problema del tabaco porque arrastré durante todo el día las consecuencias de haber participado la víspera en una larga y concurrida reunión en la que bastantes de los asistentes fumaron todo lo que les dio la gana. Tuve las vías respiratorias hechas unos zorros, con una carraspera de padre y muy señor mío. Encima, mi compañera de piso -o sea, mi mujer- continuó dándole al fumeque sin parar.
No sé qué habría que hacer con el tabaco. Penalizar el consumo aumentando los impuestos no me convence. Se logra que los sectores con menos disponibilidades -la juventud entre ellos- moderen su consumo, y eso está bien, pero se privilegia a los ricos, y eso está mal. Además, me fastidia que el Estado saque aún más rentas de su hipocresía: no para de precaver contra el consumo del tabaco, pero tampoco para de llenar sus arcas con los impuestos que aplica al vicio de marras.
En todo caso, me parece una completa pasada la campaña que se está haciendo contra el tabaco. La idea ésa de prohibir que fumen los conductores, porque fumar les distrae, es disparatada. No creo que valga la pena perder el tiempo haciendo una lista de todas las cosas -¡y las personas!- que pueden distraer a alguien que conduce. De seguir ese criterio, debería prohibirse casi todo: desde llevar niños sin amordazar hasta que camine por la calle gente atractiva, pasando por las radios. (Por cierto: he escrito montones de veces que deberían estar prohibidos los anuncios radiofónicos en los que se oyen ruidos propios de la circulación viaria: bocinazos, frenazos, etcétera, porque confunden un montón a quien está conduciendo, pero a eso no le dan ninguna importancia. Como tampoco parece importarles que esté prohibido circular a más de 120 km./h. pero buena parte de los coches a la venta sean capaces de superar los 200 km./h. sin mayor dificultad.)
Mi problema es ése: que me tocan las narices con sus prohibiciones... pero los fumadores me tocan la garganta con su tabaco.
Javier Ortiz. Apuntes del natural (28 de febrero de 2005). Subido a "Desde Jamaica" el 25 de noviembre de 2017.
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