Se supone que Odón Elorza es alcalde de San Sebastián gracias al apoyo de los grupos municipales del PSE- PSOE y del PP y pese a la oposición del PNV, de EA y de EH.
Pero ya hace tiempo que el PP reconoce que Elorza no es santo de su devoción (lo que no es poco decir en el caso del PP, dado muy de suyo a las devociones).
Y en cuanto al PSOE, basta con oír lo que dijo ayer José Bono sobre él para constatar que ni siquiera en su propio partido goza de demasiadas simpatías.
Le preguntan al presidente de las Juntas de Castilla-La Mancha qué piensa de que el alcalde donostiarra no consiguiera contener a los concejales de EH en el Pleno municipal del martes y, en lugar de contestar lo que dicta el sentido común («¿Y qué creen que debería haber hecho para poner orden en aquel gallinero? ¿Ordenar a la Policía Municipal que entrara en la sala y sacara a mamporros a los concejales díscolos?»), va Bono y responde de la manera más jesuítica y denigrante: «Entiendo y justifico al alcalde donostiarra porque allí matan a quien está en contra de ellos, y el miedo es libre y comprensible». (Nota bene: apréciese el uso que el señor Bono hace del «allí» y el «ellos»).
Odón Elorza ha dado una respuesta que, lo que es a mí, me parece sumamente razonable. Ha dicho: «Ni un alcalde ni 40 pueden organizar bien un debate plenario si el Pleno no se utiliza para lo que realmente es: para el debate de ideas, y especialmente de los temas municipales, sin agresiones, sin insultos, sin amenazas y sin salidas de tono».
Ahora, el PP y el PSOE quieren que Elorza se querelle contra el portavoz de EH porque gritó: «Gora Euskadi ta askatasuna!». No lo hará, porque sabe -lo mismo que los promotores de esa iniciativa- que la querella sería archivada a las primeras de cambio: Euskadi Ta Askatasuna es el nombre de ETA, pero, como no se distingue cuando la gente habla con mayúsculas y cuando con minúsculas, el grito lanzado lo mismo puede traducirse por un «¡Viva ETA!» que por un legalmente irreprochable «¡Vivan Euskadi y su libertad!». (Dicho sea de paso, Jueces para la Democracia estima que ni siquiera en el primer caso podría acusarse al portavoz de EH de apología del terrorismo).
El drama de Odón Elorza es que trata de promover un estilo de hacer política sosegado y apaciguador en un ambiente en el que el único acuerdo general es estar perpetuamente a la greña.
Yo que él, me largaba a mi casa, y que les den viento fresco a todos, que buena falta les hace.
Javier Ortiz. Diario de un resentido social (5 de octubre de 2000). Subido a "Desde Jamaica" el 7 de abril de 2017.
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