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1994/02/09 07:00:00 GMT+1

Tele y basura

El Ayuntamiento de Vitoria- Gasteiz ha decidido tomar una represalia de choque contra quienes ensucian la capital alavesa: va a grabar en vídeo las guarradas que cometan los vecinos y las va a exhibir en el programa de Raffaella Carrá, en TVE1. ¿Que uno deja la basura donde no debe? Pues nada: pasado mañana aparece, bolsa en mano, en ¡Hola Raffaella! ¿Que mea en la calle? Pues igual, salvando la diferencia del objeto pillado entre los dedos.

Se trata de una iniciativa a la que veo varios inconvenientes.

Algunos de pura lógica. El otro día escuché al concejal vitoriano encargado de anunciar la decisión. Decía que se trata de avergonzar a unos individuos que son -dijo con énfasis- «unos sinvergüenzas». Pero avergonzar a un sinvergüenza es, por definición, imposible. Si alguien es capaz de avergonzarse, no es un sin-vergüenza.

Pero lo más grave de la medida no es que carezca de lógica formal. Lo peor es que, en cuanto al fondo, resulta perfectamente coherente. Su coherencia se llama fascismo.

«Es que a estos individuos las multas ya no les echan para atrás», alega el concejal. ¿Alguien se cree que haya gente a la que le dé igual soltar cincuenta, cien mil chuchas, con tal de seguir tirando la basura por la ventana? Venga: lo que el concejal está reconociendo es que la alcaldía de Vitoria, como tantas otras, no acierta a cobrar las multas que impone. Razón por la cual echa mano de la tal Raffaella y la pone a hacer de hombre del frac, sólo que con las gambas al aire y diez kilos de maquillaje por encima.

La idea del Ayuntamiento de Vitoria es, como digo, fascista. Y lo peor es que ni siquiera se da cuenta. Nuestras autoridades tienen tan poco asumidos los principios del Estado de Derecho que no sólo se plantean saltárselos a la torera, sino que encima lo anuncian a los cuatro vientos, como si fueran iniciativas ingeniosísimas. Igual que al otro le pareció todo un hallazgo que la Policía pudiera entrar a patadas en las casas, éstos se han creído que es una simpática ocurrencia violar simultáneamente los artículos 15 y 18 de la Constitución -en los que se prohíben los tratos moralmente degradantes y se garantizan los derechos al honor, la intimidad y la propia imagen- y volver el sistema feudal de castigo, con la pantalla de TV a guisa de picota actualizada.

Durante la Revolución Cultural China, los jóvenes guardias rojos exponían a sus enemigos políticos a la vergüenza pública. El método era asqueroso, sin duda. Pero, por lo menos, muchos grandes santones del partido y del Estado pasaron por esa humillación. Aquí vivimos la inversa de aquella Revolución Cultural: no se toca un pelo a los mayores ladrones y enemigos de la libertad, pero se zahiere y humilla públicamente a los mindundis. Si montas Filesa, no te pasa nada. Pero si no dejas la basura en su sitio, te ponen a parir en la tele.

Aunque tal vez era inevitable. Porque aquí, tele y basura siempre acaban encontrándose.

Javier Ortiz. El Mundo (9 de febrero de 1994). Subido a "Desde Jamaica" el 17 de febrero de 2011.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.1994/02/09 07:00:00 GMT+1
Etiquetas: el_mundo sociedad vitoria_gasteiz preantología autoritarismo euskadi televisión 1994 | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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