El Gobierno de EE.UU. anuncia a bombo y platillo que ha detenido a un peligroso terrorista de Al Qaeda que se disponía a hacer estallar una bomba sucia en alguna ciudad importante, tal vez Washington. El presidente Bush ha decidido clasificar al detenido, un ciudadano norteamericano (José Padilla, al parecer rebautizado como Abdulá al Mujahir), como «combatiente enemigo», lo que le priva de casi todos sus derechos, incluido el de contar con defensa legal.
El problema viene cuando se lee la letra pequeña de la noticia. El tal Padilla no tenía en su poder ninguna bomba, ni sucia ni limpia. Tampoco estaba en posesión de arma de fuego alguna, lo que en EE.UU. bien puede considerarse una rareza. No se le ha encontrado ningún plan para atentar contra nada, ni había hecho preparativo material alguno al respecto. Las autoridades norteamericanas admiten que lo único que tienen contra él es el contenido de «ciertas conversaciones», por lo demás no precisadas. Es más: reconocen que, aunque lleva detenido desde el mes pasado... ¡todavía no se ha presentado contra él cargo alguno!
Otro éxito rutilante logrado en la lucha internacional contra el terrorismo de Al Qaeda, según leo y oigo, lo ha protagonizado Marruecos. En este caso, la precisión de los datos es todavía menor. Se nos habla de una «red terrorista» compuesta por tres personas no identificadas, a las que tampoco se les ha intervenido ni armas ni explosivos, pero que, de creer a las autoridades de Rabat, proyectaban lanzar contra buques de la OTAN en tránsito por el Estrecho lanchas neumáticas cargadas de explosivos. Las lanchas partirían... ¡de Ceuta y Melilla! Un plan tan audaz como estúpido, como puede verse: les obligaría a pasar los explosivos a Ceuta y Melilla, teniendo a su disposición toda la larga costa de Marruecos, y se basaría en el uso de lanchas neumáticas en una zona en la que ese tipo de embarcaciones es objeto de la más estrecha vigilancia.
Ambos «éxitos internacionales de la lucha contra la red de Al Qaeda» recuerdan poderosamente al que ya se produjo hace meses con la detención en Barcelona de varias personas acusadas de formar parte de esa «red». Entonces se informó a bombo y platillo del hecho. Es lamentable que no se hiciera el mismo despliegue informativo ni el mismo ni ninguno cuando varias semanas después aquellos detenidos fueron puestos en libertad sin cargos, porque la policía no logró presentar a la Justicia sustento probatorio alguno que respaldara sus acusaciones.
Ningún problema. Todos estos supuestos miembros de Al Qaeda son como el ántrax: excusas para fabricar titulares pomposos, espectaculares, aunque luego se queden en nada. Fuegos artificiales. Terroristas de usar y tirar.
Javier Ortiz. Diario de un resentido social (11 de junio de 2002) y El Mundo (12 de junio de 2002). Hay algunos cambios, pero no son relevantes y hemos publicado la versión del periódico. Subido a "Desde Jamaica" el 29 de abril de 2017.
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