Me parece perfectamente comprensible que los padres de una chavala brutalmente asesinada reclamen que los menores responsables del hecho sufran penas muy superiores de las que les asigna el Código Penal del Menor. El sufrimiento y la indignación de los familiares son tan comprensibles como imposibles de compartir, si se admite que la finalidad de la pena no es la obtención de venganza sino la rehabilitación del delincuente.
Por esa razón, resulta preocupante que los dirigentes políticos al más alto nivel, incluidos algunos ministros, se pongan a hacer coro a los familiares y defiendan un mayor endurecimiento de las leyes, a veces con argumentos tan peregrinos y demagógicos como que puede haber una enorme diferencia en la gravedad de las penas merecidas por dos delincuentes entre los que en la práctica sólo hay una diferencia de edad de pocas semanas. Si se admite que entre la minoría y la mayoría de edad hay una diferencia no ya de semanas, sino de segundos, y que entre una situación y otra debe haber cambios jurídicos fundamentales, ¿a qué viene ese escándalo absurdo? Ayer le oí repetir en la radio ese argumento rastrero a un individuo llamado Esteban Ibarra, que preside una organización que se llama, sarcásticamente, Asociación contra la Intolerancia.
Pero no lo hacen para caer simpáticos. O no sólo, por lo menos. Tratan sobre todo de crear el caldo de cultivo necesario para el avance del autoritarismo. ¿Qué más puede desear un político autoritario que gobernar sobre una población que, lejos de vigilar sus hipotéticos excesos, los jalea y aplaude?
Se crea un clima social favorable a las medidas enérgicas y a la aplicación de la mano dura -en eso como en todo: también con respecto a la inmigración, a la igualdad de los sexos, a la tolerancia ideológica, a la inseguridad ciudadana, a la crisis y la incertidumbre económicas-, y luego, como un destilado natural, aparecen los Schwarzenegger dispuestos a recoger en las urnas el resultado y montarse un gobierno ultrarreaccionario.
Javier Ortiz. Apuntes del natural (8 de octubre de 2003). Subido a "Desde Jamaica" el 23 de octubre de 2017.
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