Primera.- Chirac, Schröder... Celebración del 60º aniversario del desembarco de Normandía. Discursos hipócritas, falsamente vibrantes. Gentuza.
Pero no toda la gentuza es igual. La gentucidad admite categorías. Hace 60 años, en Alemania estaba Hitler. En Francia, Petain. Éstos de ahora son asquerosos, pero son asquerosos de otro tipo. Yo no soy como el rey francés: hago distingos entre la canalla. Estos canallas son muy preferibles.
Lo del otro lado del Atlántico es diferente. Probablemente no tenga mucho sentido comparar a Franklin D. Roosevelt con George W. Bush pero, si pese a todo la comparación se hace, desde luego que Bush Jr. no sale ganando.
Segunda.- Muchos documentales sobre el desembarco en televisión. En las televisiones. Por lo general, bastante bien hechos. Pero todos -casi- parten de una idea que dan por sobreentendida: los EEUU se portaron muy bien. Sólo el canal cultural franco-alemán Arte permite que se cuele una línea de interpretación diferente, defendida por un ex general del Ejército Rojo. Afirma que el gobierno de Washington sólo se decidió a intervenir en Europa cuando era evidente que la URSS iba a dar buena cuenta del III Reich en el frente oriental y se corría el riesgo de que fueran las tropas soviéticas y las resistencias locales, casi todas encabezadas por los comunistas, las que se hicieran con el control del viejo continente.
Un ex militar nazi aprovecha para ironizar sobre la preparación y el heroísmo de los soldados norteamericanos: «Tenían diez veces más material que los soldados del Ejército Rojo».
Tercera.- Ante las tumbas de los caídos, se oye el lamento de las gaitas. Tocan Amazing Grace. Es también una canción religiosa, como La muerte no es el final. Pero ¡qué diferencia! El Amazing Grace, que oí por primera vez en boca de Judy Collins allá por los años setenta, es a la vez épico e íntimo, hondamente solemne, emocionante. El himnito militar español -obra de un tal Gabarain, cuyo origen imagino- no tiene interés ni en música ni en letra. Sólo puede emocionar a gente dispuesta a emocionarse cantando «La raspa la inventó / un chico de El Escorial...»
Cuarta.- Muerto Reagan. Las crónicas le atribuyen la victoria en la Guerra Fría. Ya son ganas.
Nadie venció a la URSS. La URSS se derrotó sola.
Penúltima.- Oigo que el PNV critica a EA por haberse aliado para las elecciones europeas con Esquerra Republicana, partido que ha dado el gobierno de Cataluña al PSC-PSOE. Una crítica un tanto singular. Por dos razones. Una: el PNV llevó varias veces al PSE-PSOE al Gobierno de Euskadi. No le dio la Lehendakaritza, pero si la Vice, y parcelas fundamentales del poder autónomo. En un momento en el que el PSOE -no lo olvidemos- era el de los GAL. Y 2ª) El PNV va en la misma candidatura que el BNG, que ha pactado con el PSG-PSOE todo lo que ha podido y que si no le ha dado la Presidencia de Galicia es sólo porque no ha tenido la oportunidad, porque lo habría hecho muy a gusto.
EA, a su vez, reprocha al PNV que va con CiU, que hizo un papelón de bochorno cuando se debatió la Ley de Partidos.
Me pregunto por qué no admiten, ambos, que en las elecciones europeas o vas con alguien o es como si no fueras.
No siempre es obligatorio criticar.
Última.- Nueva aclaración: la final de la Copa de Europa de Naciones de 1964 no se celebró en Zaragoza, como escribí ayer, sino en Chamartín, allí donde en el siglo XIX un buen francés montó un merendero llamado Chez Martin (y de ahí el nombre). O sea, en el campo que ahora llaman «Santiago Bernabéu». Lo de Zaragoza supongo que me vino a la cabeza porque Marcelino, el autor del gol de la victoria, jugaba en el Real Zaragoza.
And that's all folks!
Javier Ortiz. Apuntes del natural (7 de junio de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 28 de mayo de 2017.
Comentar