Dice el alcalde de El Real de Gandía a propósito de una familia gitana, los Calatayud, odiada por buena parte del pueblo: «El ideal sería que los tiraran de aquí, pero el problema es que no hay motivo». El lapsus es de una rara perfección racista. Lo que el alcalde quiere decir, obviamente, es que le encantaría que hubiera un motivo legal en el que apoyar su inquina racial. Pero, ay, el caso es que la familia Calatayud se dedica a actividades perfectamente lícitas. Con las que ha hecho, por cierto -y ésa es otra de las claves del asunto, sus buenos dineros. A mucha gente de El Real esto le trae a mal traer. ¡Gitanos con millones! ¡Gitanos con cochazos! «No, no es racismo», alegan. «Es esa ostentación suya, insoportable...». ¿Insoportable? ¿Y por qué es insoportable? Hasta ahora no he visto nunca noticias que digan: «Manifestación contra la insoportable ostentación de riqueza que hacen las hermanas Koplowitz». Y de subtítulo: «Piden que las tiren de Madrid». 0 bien: «Masiva petición de que Bilbao declare persona non grata a Emilio Ybarra». Y como antetítulo: «Es insoportablemente rico». Venga, por Dios: si la llamativa riqueza de la familia Calatayud resulta tan «insoportable» es porque se trata de gitanos. Y a un gitano lo que le corresponde es ser pobre, pedir limosna, si es hembra, y robar gallinas, si varón. Merced a lo cual, además, se les puede echar del pueblo sin que nadie pueda decir que ha habido racismo: porque tampoco entonces se les expulsa por gitanos, sino por delincuentes.
Pero no hagamos mucha sangre con El Real de Gandía, que las habas se cuecen por doquier. Por ejemplo, en este gremio que es el mío. Ayer mismo me topé con este curioso titular: «Un colombiano mata a un angoleño en una sala de baile de Barcelona». Leí con detenimiento la noticia para ver si el hecho de que el homicida fuera colombiano o la víctima angoleña resultaba esencial para comprender lo ocurrido. Y no. ¿Entonces? ¿Por qué lo señalaba? ¿Se imagina alguien un titular que dijera: «Un madrileño mata a un toledano en una discoteca de Getafe»? Como el origen de ambos no tuviera nada que ver con lo sucedido, todo el mundo diría que el periodista se había vuelto loco.
A veces, en cambio, el origen geográfico de los implicados si es fundamental para entender los hechos. También ayer, me topé con esta otra noticia: «La Asociación de vecinos de Aravaca ha denunciado "un resurgimiento de la violencia" después de que fuera detenido un súbdito marroquí en estado de embriaguez». ¿Ven? Aquí sí que es de rigor citar la nacionalidad. Porque para que las tropelías de un borracho puedan pintarse como todo un importante fenómeno social merecedor de comunicados es indispensable que el borracho sea inmigrante. De qué, si no.
Javier Ortiz. El Mundo (25 de agosto de 1993). Subido a "Desde Jamaica" el 26 de agosto de 2010.
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Escrito por: Javier.2010/08/26 10:56:33.686000 GMT+2