La moda política de estas últimas semanas es pedir a Felipe González que se explique. Unos reclaman que acuda al Parlamento para dar cuenta de las medidas económicas que el Gobierno va a adoptar; otros, que comparezca en televisión para aclarar el verdadero alcance de la crisis.
Es obvio que este país está lleno de gente incapaz de sacar lecciones de la experiencia. Sólo así se entiende que pueda haber tantos que pidan a González que se explique. Parece mentira que aún no se hayan dado cuenta de que ese hombre es incompatible con las explicaciones. Explicatus es un adjetivo latino que quiere decir «ordenado», «claro», «detallado». Nada de eso tiene que ver con él.
Cuentan las malas lenguas que, durante uno de los viajes que hizo el presidente a Moscú, varios traductores simultáneos acabaron con los nervios destrozados y presentaron su dimisión, incapaces de proporcionar una versión en lengua rusa del conjunto de vaguedades crípticas que soltaba el ilustre visitante español.
González no explica. Su habilidad es precisamente la contraria. En términos generales, la expresión «hablar en torno a» es incorrecta. Lo correcto es decir «hablar de». Pero aplicada a Felipe González es perfectamente exacta: él habla siempre en torno a los asuntos. Da vueltas a su alrededor, los cerca, los contorna, los marea. Pero entrar, lo que se dice entrar, jamás entra en ellos. Él es un divagador profesional.
Sólo se me ocurre una razón que pueda justificar las insistentes exigencias de que González acuda aquí, allá o acullá a dar explicaciones: la pura hostilidad hacia su persona. Supongo que esas peticiones las formulan gentes que saben perfectamente que la comparecencia del presidente del Gobierno no serviría para nada en términos políticos, pero que quieren fastidiarle, obligándole a interrumpir sus vacaciones.
No me parece bien. En primer lugar, porque está feo confundir las inquinas políticas con las personales. Y, en segundo lugar, porque, precisamente por razones políticas, lo que hay que desear es que Felipe González siga de vacaciones. Durante mucho tiempo. Cuánto más mejor.
Javier Ortiz. El Mundo (3 de agosto de 1993). Subido a "Desde Jamaica" el 2 de agosto de 2012.
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