PSOE y PP se declaran satisfechos con la resolución del Tribunal Supremo que ha ilegalizado las candidaturas de Aukera Guztiak. Dicen que lo están pese a que la retirada forzosa de esa opción electoral beneficiará a la coalición PNV-EA. Sostienen que aplauden la decisión del TS por estrictas razones de principio y no por interés partidista, puesto que es a ellos a quienes más va a perjudicar la restricción del voto de la izquierda abertzale.
Admito que cuando les oigo hablar de principios me pongo en guardia de inmediato. Les he visto demasiadas veces y durante demasiado tiempo adaptar sus actos, incluidos los más delicados desde el punto de vista ético, a sus intereses partidistas. Para adoptar una posición de principios tendrían que empezar por enterarse de qué es eso.
Sin embargo, la lógica parece estar de su lado. Si los exvotantes de Batasuna no tienen una candidatura de su confianza a la que respaldar, es fácil deducir que las listas de PNV-EA, e incluso las de Ezker Batua, saldrán ganando.
Pero las cosas no son tan sencillas. Según los estudios que se han realizado -y que manejan todos los partidos- es previsible que, si Aukera Guztiak finalmente no puede presentarse, cuatro de cada 10 de sus votantes potenciales darán su voto a las candidaturas del tripartito. Pero habrá seis que no lo harán. Que optarán por abstenerse.
Dado que estamos hablando de un porcentaje del electorado realmente importante -un 6%, como poco-, su ausencia de las urnas puede alterar el resultado final de manera notable, si es que no decisiva. Se han hecho también estudios sobre eso. Se ha tomado como referencia los resultados de las últimas elecciones y se ha calculado qué efecto podría tener el porcentaje de abstención de la izquierda abertzale sobre la distribución final de escaños en el Parlamento de Vitoria, habida cuenta de las peculiaridades del sistema electoral vasco, que determina que cada una de las tres provincias elige el mismo número de diputados, con independencia de su muy diferente peso demográfico.
No quiero aburrirles con cifras. Les diré tan sólo que, según esa proyección, y gracias sobre todo al llamado efecto Alava (la provincia con menos habitantes y con mayor peso del PSE-PSOE y el PP), la coalición PNV-EA obtendría dos escaños más -lo que le vendría muy bien, sin duda-, pero el PSOE sacaría tres más, y el PP dos más. Lo cual tendría como efecto principal que entre ambos partidos alcanzarían la mayoría en el Parlamento autonómico.
A ver si lo digo más claramente. Pongamos que alguien se formulara la pregunta: «¿Hay algún modo mediante el cual los partidos llamados constitucionalistas puedan hacerse con la mayoría en el Parlamento de Vitoria aunque tengan bastantes menos votos?» La respuesta es: «Sí. Impidiendo que la izquierda abertzale pueda presentarse.»
Quod erat demostrandum.
Javier Ortiz. El Mundo (30 de marzo de 2005). Subido a "Desde Jamaica" el 1 de mayo de 2018.
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