El PSOE está muy enfadado porque el Centro de Investigaciones Sociológicas ha incluido en su último sondeo de opinión una pregunta sobre los efectos que puede tener la dimisión de Nicolás Redondo Terreros sobre el futuro de su partido. Los socialistas dicen que es inaceptable que el CIS se dedique a sondear a la opinión pública sobre un asunto interno de una organización política y recuerda que es la primera vez que formula una pregunta de este tipo desde hace muchísimos años. No lo hizo ni siquiera cuando González anunció que no volvería a presentar su candidatura a la Presidencia del Gobierno.
El Ejecutivo responde a esa crítica alegando que el CIS es un organismo autónomo y que, en tanto que tal, está habilitado para introducir en sus barómetros mensuales las preguntas que considere oportunas. Lo cual es, de un lado, jurídicamente inexacto -una cosa es la autonomía y otra la independencia, como muy bien sabe el PP- y, del otro, políticamente ridículo: el Gobierno tiene atribuciones para juzgar la labor del CIS y corregir su orientación, si lo considera oportuno, destituyendo a su director y nombrando a otro menos dado a las preguntas de doble intención (o de inequívoca intención partidista).
El PSOE se ha cabreado con la preguntita sobre Redondo Terreros por razones privadas, pero lo cierto es que el último barómetro demoscópico del organismo oficial es, todo él, una joya. En concreto, en la lista de los «principales problemas» sobre los que pide opinión a los españoles, incluye dos que retratan su intencionalidad ideológica con perfecta transparencia.
Uno es «la inmigración». Así, a secas. El CIS, por su cuenta y riesgo, invita a la población a que piense en qué medida «la inmigración», globalmente considerada, puede ser uno de sus principales problemas.
Otro «problema» que mete en la lista: «el ocio de los jóvenes». ¡Tócate las narices! ¡Famosísimo problema general!
Con la carrerilla que ha cogido, no es fácil imaginar cuáles pueden ser los centros de atención en los que el CIS acabará invitándonos a depositar nuestro interés en los próximos meses. ¿Tratará de indagar la proporción de españoles que considera que su problema principal es que Arzalluz sigue en libertad? ¿Preguntará cuántos consideramos -o reconocemos- que Aznar es el líder más guapo e ingenioso (a escala mundial, por supuesto)? ¿Se interesará por el castigo que debería imponérsele a Odón Elorza, una vez demostrados sus muchos crímenes de lesa patria? ¿Nos interrogará sobre las posibilidades que tendría María San Gil como miss Alicante?
No se pierdan el próximo barómetro del CIS. Anuncia borrasca.
Post Scriptum.- Por si alguien tiene interés en conocer el balance de mi último viaje a Canarias, helo aquí:
GANANCIAS.- Me he traído el texto de un horóscopo que recomienda a los de mi signo astral que evitemos «las especulaciones poco consistentes y las explicativas demasiado imposibles» (enigmático consejo que pilla justo encima de un anuncio de Pompas fúnebres "La Soledad" - Servicio 24 horas - Sepelios náuticos - Amplia gama de vehículos - Agilidad en los servicios).
PÉRDIDAS.- Gracias a la inapreciable colaboración de Spanair, llegué ayer a Madrid sin una maleta en la que traía.... todo, salvo el ordenador portátil, que lo cargué como equipaje de mano. La compañía no sabe nada de mi voluminosa valija.
Me he traído también un intenso dolor en la paletilla izquierda que de vez en cuando -y sin previo aviso- me hace ver las estrellas. Tiene la virtud suplementaria de que, cuando decide hacerse presente, me impide escribir (asunto que, como es bien sabido, me importa muy poco).
La conferencia sobre Van Morrison, muy bien. Concurrida y simpática.
El cheque con el que me la pagaron, en la maleta.
Javier Ortiz. Diario de un resentido social (28 de marzo de 2002). Subido a "Desde Jamaica" el 17 de abril de 2017.
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