La Expo de Lisboa espera recibir muchos visitantes españoles. Los necesita. Al precio que están las entradas, la mayoría de los portugueses se lo van a pensar bastante. Y es que Portugal va bien, y tiene unas cifras macroeconómicas estupendas, pero los bolsillos del personal portugués de a pie no van tan bien, ni mucho menos.
Temo esa invasión masiva de españoles. Según la retórica al uso, Portugal es «el país hermano». Debemos de ser de esos hermanos que no se dirigen la palabra. Mísia, la gran renovadora del fado -qué maravilla de disco, su último Garras dos sentidos-, sentenció con mucha sorna en cierta ocasión: «Estaría bien que españoles y portugueses fuéramos menos hermanos... y más amigos».
Tiene razón. Los portugueses -bastantes: toda generalización acaba siendo injusta- alientan una cierta desconfianza hacia cuanto viene de España, en general, y hacia los españoles en particular. Me temo que no se trate tanto de un prejuicio como del resultado de una experiencia. Y no solo de siglos pretéritos.
He recorrido Portugal de norte a sur, por la costa y por el interior. Me he topado a lo largo de mis sucesivos viajes con muchísimos turistas españoles, claro está. No pocos de ellos estupendos: muy respetuosos, de veras interesados por Portugal, por sus gentes, por su vieja Historia y por su presente, por su música, su arquitectura y su gastronomía... Pero también me he tropezado, para vergüenza mía, con la tira de zopencos, de esos que hablan a los portugueses en castellano sin mediar petición de disculpa alguna, adoptando un aire de superioridad insufrible; que hacen una y otra vez chistes groseros sobre cómo será el polvo (pulpo) a la portuguesa, y que todo lo que acaban conociendo de Portugal es el camino que conduce desde el hotel en el que se alojan a la playa de enfrente, pasando por la tienda en la que se compran las inevitables toallas. ¿Cómo podrían los portugueses no mirar con horror a esa horda hispana, trasunto de la plaga alemana que se instala cada verano en Ibiza dispuesta a comer salchichas de Francfort y beber cerveza de importación hasta hartarse?
El pueblo portugués es el más próximo al español, por muchos motivos, pero la mayoría de los españoles sabe menos de Portugal que de los EE.UU. Sería de desear que esta Expo permitiera a algunos cientos de miles de españoles tomar conocimiento de cómo son nuestros vecinos. Vale la pena. Podrían incluso preguntarles cómo se las arreglaron para hacer una ruptura democrática sin causar ni un solo muerto: aquí los hay que presumen sin parar de una reforma que segó la vida de varias decenas.
Pero es poco probable que eso ocurra. Me temo que la mayoría viajará para ver pabellones a escape y volverse sabiendo casi tan poco sobre Portugal y su pueblo como cuando salió para allá.
Javier Ortiz. El Mundo (29 de mayo de 1998). Subido a "Desde Jamaica" el 1 de junio de 2011.
Comentarios
"El pueblo portugués es el más próximo al español, por muchos motivos, pero la mayoría de los españoles sabe menos de Portugal que de los EEUU".
La mayoría de los españoles sabe aún menos del País Vasco o de Cataluña que de Portugal, salvo los topicazos al uso. No es ya que no sepan, sino que su interés por saber algo es nulo.
Escrito por: Txema.2011/06/01 13:14:53.394000 GMT+2