Electerología: Finalizamos hoy la serie de entrevistas electorales apócrifas con que hemos tratado de iluminar a nuestros atribulados lectores, que son incapaces de pensar por sí mismos, para que sepan a quién votar el 3-M. Es el turno hoy de Felipe González, al que nos interesa examinar en tanto que miembro de una especie que, al decir de los expertos, está en vías de próxima extinción.
Llego al Palacio de La Moncloa a la hora que me han dicho: las 4 de la madrugada. Hábil observador, lo primero que constato es que es de noche. También constato que reina una gran actividad. Reina, pero no gobierna. En todos los despachos hay gente metiendo montones de documentos en máquinas trituradoras.
Empiezo la entrevista con González por ahí.
-¿Qué hace toda esa gente?
-¿Y tú qué crees, mono? -me contesta.
-¿Está destruyendo pruebas?
-No lo sé. Yo me entero de todo por los periódicos. Pero no los leo. Por consiguiente, no sé si han publicado algo sobre esto.
-Pues no se lo puedo aclarar. Yo tampoco leo los periódicos.
-Es que son muy aburridos.
-No lo sé. No los leo. Pero hablemos de usted: ¿qué opina de mí?
-No lo sé. No le leo.
-¿Es usted el señor X?
-Yo sé de los GAL lo mismo que usted.
-Entonces es el señor X. Vale. ¿Cómo ve las elecciones del domingo que viene?
-Nosotros manejamos datos muy esperanzadores. Hemos hecho una remontada espectacular. Por consiguiente, ya superamos al PP en más de 23 puntos. Por lo menos.
-No es eso lo que dice la última macroencuesta publicada por El Mundo, la Cope y Antena 3.
-Es que ésa es encuesta arriba. La nuestra es encuesta abajo. Por consiguiente, se va más rápido. Además, hay que distinguir entre la opinión pública, la opinión publicada y La Opinión de Murcia.
-Pues en Murcia ya les han quitado el Gobierno.
-Eso fue porque les dijeron que el PP era un mal menor, y ellos entendieron Mar Menor. Por consiguiente, es un error circunstancial.
-Usted está insistiendo mucho en lo terrible que sería para España que llegara la derecha. ¿Qué cree que pasaría?
-La derecha ha sido terrible siempre, desde Chindasvinto. Lea la Historia: verá qué posición tenía Chindasvinto sobre el Estado de Bienestar. Y que tiemblen en Canarias: Chindasvinto sólo apoyaba a los godos. Si viene la derecha habrá más parados, apoyará a tope a los banqueros, cerrará fábricas a montones, privatizará las empresas públicas más rentables, se echará en manos de las multinacionales, nos meterá en la OTAN hasta el corvejón, se alineará con los Estados Unidos en todo, retirará la ayuda al Polisario y armará hasta los dientes al dictador Hasán II, trabajará codo con codo con el reaccionario Kohl, promulgará una Ley de Extranjería xenófoba, practicará el terrorismo de Estado, sacará una ley que permitirá entrar a la Policía en las casas a patadas, meterá en la cárcel a los insumisos...
-Oiga, pero ¡si todo eso ya lo ha hecho usted!
-¿Eh? Ah... Sí, pero forzado por las circunstancias. La derecha, en cambio, lo hará a gusto. Por consiguiente.
-O sea, que usted, en el fondo, es un socialista radical.
-Exactamente. Por eso no lo puedo demostrar. Si lo exteriorizara, ya no lo sería en el fondo. Sería un socialista superficial, por consiguiente.
-¿Cómo resumiría su obra como gobernante?
-He conseguido que la España de 1982 pase a ser la España de 1996.
-Y eso ¿en qué se concreta?
-Se concreta en el calendario, mayormente.
-Volvamos a los GAL.
-No, a no ser que ETA mate a más amigos míos.
-Quería decir en la entrevista. Alfonso Guerra ha dicho que no es posible comparar a los GAL con ETA, porque ETA mata a personas decentes y los GAL mataban a asesinos. ¿Cómo explicaría eso a la viuda de García Goena?
-En peores me las he visto. Le explicaría que no hay noble acción que no tenga daños colaterales. El automóvil es un gran invento, y ya ve usted la cantidad de gente que mata. Por consiguiente, hay que examinar las cosas con perspectiva histórica. Cosas como las de los GAL las ha habido en Francia, en Alemania, en Italia, en Gran Bretaña... Son fenómenos propios de países avanzados y modernos.
-¿Qué opina de la frase de Lincoln: «Se puede engañar a todo el mundo alguna vez, y se puede engañar todo el tiempo a algunos, pero no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo»?
-A mí no me hace falta engañar a todo el mundo todo el tiempo. Por consiguiente, con que trague la mayoría, me vale.
-¡Qué puerco!
-Puerconsiguiente.
Javier Ortiz. Zooilógico, El Mundo (25 de febrero de 1996). Subido a "Desde Jamaica" el 16 de enero de 2018.
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