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1991/11/29 07:00:00 GMT+1

¡No nos moverán!

Aquí no dimite nadie. El uno -el huno- porque, como dice Trillo, ha sido elegido por el pueblo, y el pueblo no se equivoca, según se demostró muy bien con Adolf Hitler. Los otros tampoco dimiten, porque son fieles a la palabra dada. «¡No nos moverán!», cantaron de jóvenes. Y no se mueven: cumplen la promesa.

Se aferran al Poder. Puede que, para estas alturas, éste sea el único principio que les queda: no soltar el cargo, pase lo que pase.

¿Que el presidente de Cantabria y la mitad de sus consejeros son empapelados por delitos de leso bolsillo público? Perfecto: se apela a la presunción de inocencia -tan buen imperativo legal como absurdo político- y ya está; santas pascuas.

¿Que se descubre que el ahora ministro de Sanidad hizo negocios turbios de especulación con una banda de estafadores? Él evoca el modelo que ofrecen los países más avanzados -la escuelas unidas de Chicago, Friedman y Capone- y a otra cosa. Sus jefes, además, le apoyan. «Por descontado», dice Serra. Por descontado, o sea: hoy por ti, mañana por mí.

Aquí nadie dimite, salvo Anguita, que tiene muy poco poder y que, además, se está limitando a aplicar el modelo González -si lo sabrá Pablo Castellano-: dimitir para volver más fuerte.

Aquí nadie deja el Poder si no le echan. Y, bien visto, hasta quizá sea razonable. ¿A qué cambiar a un chapucero por otro, que lo más probable es que llegue al cargo con las manos vacías, es decir, pendiente de llenarlas? La experiencia nos ha demostrado elocuentemente que detrás de cada Barrionuevo que se va hay casi siempre un Corcuera dispuesto a avalar la máxima de Juan de Mairena: nada en este mundo es totalmente inimpeorable.

Dice Isabel Tocino que con todo esto se corre el peligro de sembrar el descrédito sobre el conjunto de quienes ostentan cargos políticos. Un punto de vista exageradamente optimista, el de la diputada del PP: esa siembra se completó hace mucho tiempo, y ya se han recogido incluso varias cosechas.

Ahora asistimos a otra siembra, abonada con dosis intensivas de corrupción, autoritarismo y crisis. Ya veremos qué fruto sale de eso, pero la mezcla tiene una pinta fatal. De momento, huele que apesta.

Javier Ortiz. El Mundo (29 de noviembre de 1991). Subido a "Desde Jamaica" el 25 de noviembre de 2011.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.1991/11/29 07:00:00 GMT+1
Etiquetas: 1991 pp anguita el_mundo felipismo psoe | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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