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1997/01/09 07:00:00 GMT+1

Muertos útiles

Los atentados mortíferos de ETA desencadenan siempre una oleada de reacciones predecibles. Desde los inevitables «¡Basta ya!» hasta las condolencias de quienes hablan de «muertes inútiles», pasando por las condenas de aquellos que lloran a las «víctimas inocentes».

A fuerza de escucharlos, llegan a parecernos razonables.

Pero no lo son.

No es razonable -conforme a la razón, quiero decir- que se hable de «víctimas inocentes». ¿Se pretende acaso que hay víctimas culpables? Quienes somos contrarios a la pena de muerte -en todas sus variantes- estamos incapacitados para establecer ese género de distingos entre las víctimas. Si alguno de los muertos -por ETA, por los GAL o por el sursum corda- era merecedor de castigo, habría debido recibirlo con garantías procesales. Con derecho a defensa.

Y la pena impuesta jamás habría sido el tiro sumario. Desde Horace McCoy, sabemos que sólo los caballos moribundos merecen ese trato.

Absurdo es también hablar de «muertes inútiles».

Los muertos que ETA mata son muy útiles. A su causa.

ETA es fuerte porque puede matar. Y porque lo demuestra.

Si ETA no matara, si no secuestrara, si no lograra que cientos de chavales se echaran a la calle a romper, a pegar, a incendiar, si no pusiera bombas... ¿a quién le importaría lo que hiciera? ¿Qué interés tendría lo que pensaran o dejaran de pensar sus seguidores? ¿Qué valor tendría la «alternativa KAS», o su reivindicación del derecho de autodeterminación? Ninguno. Cero. Nada.

Lo que ETA trata de demostrar -y lo consigue- es muy simple: quiere que el Estado comprenda que puede hacerse intolerable. Recurriendo a las vías más repulsivas, llegado el caso. Y si hay que matar paseantes, los mata. Y si hay que destrozar niños, los destroza.

Su lógica es simple. Dice: «Te estoy demostrando que puedo hacerte la vida imposible. En consecuencia, si quieres vivir tranquilo, tienes que pactar conmigo». Y como hay una gran polémica, y hay muchos, y muy importantes, que le responden constantemente que sí, que quieren pactar con ella para que no siga haciendo la vida imposible, pero también hay otros, no menos importantes, que afirman que no hace falta pactar nada, porque en realidad la vida así no es tan imposible, y además cabe neutralizar a mandoble limpio las armas del que amenaza, pues continúa.

Juzgue cada cual la lógica de ETA: yo tengo meridianamente claro que ninguna causa justa puede defenderse con medios tan injustos. Pero no pretenda nadie que la organización vasca mata sin sentido, por matar, o que causa muertos «inútiles».

Esa retórica huera no hace justicia a la realidad.

Ni tampoco a los muertos.

Javier Ortiz. El Mundo (9 de enero de 1997). Subido a "Desde Jamaica" el 10 de enero de 2012.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.1997/01/09 07:00:00 GMT+1
Etiquetas: el_mundo 1997 eta gal euskal_herria euskadi | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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