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2000/12/14 06:00:00 GMT+1

Mayor Oreja en la bañera

Siempre habrá quien lo tome por paranoia, pero no hay tal.

No tengo manía persecutoria. Es que me persigue.

Mayor Oreja sabe que no lo soporto, que me produce alergia ese tono jesuítico que adopta para decir las mayores maldades como si se tratara de los más píos pensamientos. Está informado de que, en cuanto abre el pico en una emisora de radio, me lanzo a escape sobre el aparato para darle al off o, por lo menos, para emigrar a otra emisora hasta que aparezca él. Consciente de ello, ha puesto al Cesid sobre mis huellas, y espera a que no esté en condiciones de silenciar sus mensajes para vomitarlos, y que los tenga que soportar.

Ayer, el muy perverso, consiguió pillarme en la bañera. Inerme. Sin capacidad de reacción. Con mis cuatro pelos cubiertos por el champú.

Excuso decir que, en esas condiciones, tampoco pude tomar nota de lo que dijo o, como se diría ahora, «de la literalidad de sus palabras». Pero la cosa fue, sobre poco más o menos, así: «Para pacto excluyente, el de Lizarra. Es normal que los que lo firmaron ese acuerdo con los terroristas se opongan al compromiso que nosotros hemos suscrito con los socialistas. Este nuevo documento es la antítesis de Lizarra».

No cabe mayor cúmulo de falsedades. A) Lizarra no fue un pacto excluyente. A aquel foro fueron convocados todos los partidos políticos y organizaciones sociales. Que el PP renunciara a acudir es comprensible, pero no tiene derecho a decir que fue dejado de lado de antemano. Se autoexcluyó. B) El manifiesto de Lizarra ni se acordó con ETA ni tuvo el apoyo de ETA. Su texto descartaba explícitamente las vías violentas de lucha. C) En ese sentido, el acuerdo PP-PSOE sólo es la antítesis de Lizarra en la medida en que aquella fue una plataforma a favor de la paz por la vía de la negociación, en tanto que lo que ellos propugnan ahora es la consecución de la paz a través de la victoria policial sobre ETA. Una opción que sería digna de consideración si aportara algún dato objetivo que respaldara sus posibilidades de éxito. Cosa que, lamentablemente, no hace.

Cuando Jaime Mayor Oreja no sólo no trata de atraer, sino que empuja al bando opuesto a todos los que respaldaron el foro de Lizarra -desde IU a CiU, pasando por el BNG--, revela a las claras dónde pretende establecer la línea divisoria. Lo que a él le inquieta más no es la violencia, sino el independentismo.

Pues que lo diga, y nos deje de sermones.

Javier Ortiz. Diario de un resentido social (14 de diciembre de 2000). Subido a "Desde Jamaica" el 15 de junio de 2017.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2000/12/14 06:00:00 GMT+1
Etiquetas: 2000 diario | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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