Leo en una página web falangista lo a gusto que la alegre tropa joseantoniana se sintió en la manifa del sábado pasado en Madrid. Cuentan los del yugo y las flechas que acudieron con toda su parafernalia y que estuvieron como en casa. En muy pocos minutos acabaron con todas las pegatas que llevaban, en las que se veía la bandera monárquica con el escudo del aguilucho. Se las quitaban de las manos, como quien dice.
Supongo que exagerarán algo, pero tanta euforia no parece inventada. Encaja bien, además, con lo que hemos oído contar del ambiente que reinó en la concentración de marras.
Y tiene sentido. Todos sabemos que en España hay una derecha que añora las formas puras y duras del franquismo. Esa derecha no cuenta con una representación política específica: está dentro del PP. Durante bastantes años se ha visto obligada a conformarse con tener presencia sólo en los niveles locales de dirección, pero ahora está eufórica, porque cree que ha encontrado en Acebes al jefe que buscaba. Los falangistas de la web a la que me refiero no están en el PP, pero hacen muy buenas migas con ese sector.
Teniendo eso en cuenta, cobran especial surrealismo las palabras que la presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid, Esperanza Aguirre, pronunció ayer a propósito del Holocausto. Copio de la reseña publicada hoy en El País:
«Aguirre manifestó: Ayer hemos celebrado el aniversario de la liberación de Auschwitz, precisamente para que no se olvide el Holocausto. El último paso de un totalitarismo en la abyección más absoluta, en lo más incalificable, en lo más degradante de todo, es el Holocausto".
»"Pero mucho antes de eso", prosiguió, "empiezan los pequeños pasos en los regímenes totalitarios. No se permite a los judíos que ocupen determinados puestos, no se les permite votar en unas elecciones, no se les permite vivir en unos barrios... Y hay que denunciar los pasos en la mala dirección desde el primer momento. Evidentemente, puede ser una exageración, pero yo lo que quiero decirles es que la detención de unos ciudadanos honrados, normales, gente de orden, por el hecho de acudir a una manifestación y ser militantes del PP, es un paso en la malísima dirección. Y luego, el descalificarme a mí etiquetándome de derecha más radical y todas esas cosas es otro paso en la mala dirección".»
Olé sus narices.
Javier Ortiz. Apuntes del natural (29 de enero de 2005). Subido a "Desde Jamaica" el 28 de diciembre de 2017.
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