De lo sucedido en los ya conocidos como los tres días de marzo, el episodio más oscuro, probablemente, es el que El País, en la imprescindible cronología que publicada en su edición de hoy sábado, relata del siguiente modo:
«Poco después de las ocho de la tarde [del jueves 11], la CNN Internacional interrumpió sus emisiones para emitir un mensaje de don Juan Carlos. Efectivamente, salió el Rey y pronunció un parlamento, traducido al inglés de manera simultánea. Sin embargo, a esa misma hora, quien aparecía en las televisiones españolas era, de nuevo, el ministro Acebes. Ni rastro de la declaración del monarca. El responsable máximo de la policía continuaba igual de rotundo ("...es dinamita. La habitual de ETA"), pero reconocía que se había requisado un vehículo con una cinta magnetofónica que contenía versículos del Corán. "La cinta no tiene ninguna amenaza, se puede encontrar en distintos sitios... Ha habido muchos interesados en tratar de generar confusión y decir que esto no había sido ETA... La línea prioritaria sigue siendo la de la banda ETA, pero acabo de dar instrucciones para que no se descarte ninguna y se abran todas las vías de investigación". Sólo después de que el ministro terminara apareció la imagen de don Juan Carlos en las televisiones españolas, un cuarto de hora más tarde que en las del extranjero. Nadie ha explicado oficialmente hasta ahora semejante irregularidad, pero se sabe que el monarca pidió que, antes de su declaración, el Gobierno compareciera en público para dar a conocer que existían otras líneas de investigación diferentes a las que se habían anunciado a mediodía. Mientras Acebes lo hacía así, el ex rey Constantino de Grecia telefoneó a su cuñado para felicitarle por lo bien que había estado en la CNN. Sorpresa general en la Zarzuela, ante tanta anticipación por parte de la televisión americana.»
El País subraya oportunamente un hecho que a muchos nos llamó la atención. También yo, que tenía encendidas varias televisiones a la vez, me quedé perplejo al ver al rey en la CNN... y sólo en la CNN. Pero el periódico de Polanco hace algo más: explica a qué razón se debió el retraso con el que la TV española emitió el mensaje regio. Y, para más precisión, incluso da exacta cuenta de las llamadas que recibía el rey a esas horas («el ex rey Constantino de Grecia telefoneó a su cuñado») y de los sentimientos regios («Sorpresa general en la Zarzuela»). Lo que prueba que hay una gran fluidez en las comunicaciones entre la Zarzuela y el grupo Prisa o, alternativamente, entre La Zarzuela y Ferraz.
No hace falta insistir, en todo caso, en que quien peor librado sale en esta historia, con gran diferencia, es el Gobierno de Aznar y, más en concreto, el propio Aznar. Primero, porque ahora sabemos que, cuando anunció la existencia de «otra vía de investigación», lo hizo porque el rey le forzó a hacerlo. Y segundo, porque el relato deja claro que el rey estaba recabando información (y también consejo, a lo que parece) de voces distintas a la del propio Aznar.
Deambula el jefe del Gobierno en funciones por la escena política como alma en pena, con un rictus de infinita amargura en la boca y los ojos empañados por la autocompasión y la rabia. Tras él, Ana Botella, incapaz de contenerse, llora y llora. Ambos son la imagen misma de la derrota. Del fracaso no sólo político, sino también personal. Me hago cargo de que no ha de ser nada agradable tenerlo todo preparado para una retirada triunfal, en loor de multitudes, y encontrarse de la noche a la mañana tal como Adán y Eva, expulsados del paraíso por pecadores. Pero tampoco lo tenían nada bien los miembros de la realeza francesa a los que la plebe conducía entre escarnios a probar las delicias del invento de monsieur Guillotin, y se las arreglaban para subir al cadalso con la frente alta y una sonrisa de leve displicencia en los labios. Quien se las gasta soberbio debe estar preparado para pagar la factura, si algún día se la pasan.
Esta gentecilla ha demostrado que no estaba preparada para casi nada.
Javier Ortiz. Apuntes del natural (27 de marzo de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 14 de mayo de 2017.
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