Fraga vuelve a salirse de la fila. Todavía en el aire sus especulaciones sobre el origen hormonal de la homosexualidad -«evidente», según él- y sobre la imposibilidad de llamar matrimonio a toda unión en la que no haya una mujer «que pueda ser madre» -se ve que quiere prohibir el matrimonio de las mujeres no fértiles-, se lanza a especular con la posibilidad de que el Gobierno tome «medidas de gracia» a favor de los presos de ETA si ésta decide abandonar las armas.
Traigo a colación este último pronunciamiento del presidente de la Xunta para que quede claro que no sólo me llaman la atención sus patas de banco reaccionarias. Me parecen igual -a los efectos de este comentario, quiero decir- todas sus muestras de indisciplina con respecto a las tomas de posición colectivas de su partido.
Hago extensible mi juicio a todos los políticos que basan su popularidad en las salidas de madre, en la ruptura de filas, se llamen Paco Vázquez, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, Odón Elorza o Celia Villalobos.
Quien quiera opinar y hacer lo que le dé la gana sobre cualquier asunto, con independencia de los acuerdos generales que alcancen los partidos a través de sus cauces internos, lo que debe hacer es mantenerse al margen de cualquier disciplina de partido. Para expresarse de modo independiente, lo mejor es empezar por ser independiente. No es decente servirse de los medios de una organización para resultar elegido -recurrir a su dinero, al trabajo de sus militantes, al apoyo de sus líderes foráneos, etc.- y luego obrar por su cuenta y riesgo, como si él solo fuera su propia organización.
Si quieres actuar por libre, empieza por ser libre. Y si optas por militar en una organización, actúa de conformidad con sus normas.
Así que Fraga, mal. Aunque mañana le dé por salirse de la política del PP para defender la revolución socialista (lo cual, tal como tiene las neuroncillas el tipejo, tampoco cabe descartarlo.)
Javier Ortiz. Apuntes del natural (15 de junio de 2005). Subido a "Desde Jamaica" el 21 de octubre de 2017.
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