He leído bastantes artículos colgados en la Red durante estos días, referidos a la labor sucia, inicua, bochornosa, repugnante, vomitiva -añada cada cual los sinónimos que quiera- que han perpetrado los grandes medios de comunica(manipula)ción españoles a propósito de la intentona golpista de Venezuela (*). Me han conmovido muy particularmente dos artículos: uno de Adolfo Ribas y otro de Pascual Serrano, por la indignada y fundamentadísima rotundidad con que se expresan. Tienen toda la razón: el periodismo encierra una portentosa capacidad para producir vergüenza ajena a los que hemos tratado durante muchos años de ejercer ese oficio con dignidad, convencidos de lo que tiene -o podría tener- de servicio público.
Pero, incluso en medios intrínsecamente perversos -hablo ahora de Radio Nacional de España-, surgen de repente destellos de honradez y profesionalidad conmovedores. El relato que ayer hizo Fran Sevilla desde Jenín en el informativo de las 14:30 de RNE fue magnífico, se mirara (se oyera) por donde se quisiera. Había conseguido entrar en la ciudad fantasma cisjordana eludiendo los controles israelíes, jugándose el bigote. Pero no hizo nada por vender su proeza periodística. Contó el horror que estaba viendo con una sinceridad, una precisión descriptiva, una sencillez personal y una emoción solidaria realmente impresionantes.
No todo está perdido. El naufragio del periodismo occidental arroja a veces hasta la superficie algunos pecios admirables.
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(*) Ha sido muy meritorio el trabajo realizado estos días por Rebelión (http://www.rebelion.org/), Alai-Amlatina (http://alainet.org/) y otros servicios de información y opinión alternativa presentes en la Red. Deseo expresarles mi reconocimiento personal más sincero. En horas tan amargas como interminables, sus mensajes me hicieron sentirme bastante menos solo.
Un servicio deplorable
Muchos lectores se vieron ayer en la imposibilidad práctica de entrar en esta página. Tardaba tanto en descargarse que la mayoría acabó rindiéndose y renunció a verla. La lentitud del servicio de Mundofree fue tal, incluso desde las primeras horas del día, que yo mismo estuve a punto de tirar la toalla y no actualizar la página.
No vale la pena decir que lo siento: me molesta tanto que los demás pierdan el tiempo como perderlo yo mismo.
Javier Ortiz. Diario de un resentido social (17 de abril de 2002). Subido a "Desde Jamaica" el 21 de abril de 2017.
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