Se echan las manos a la cabeza cuando Ibarretxe dice que la resolución del Tribunal Supremo sobre Aukera Guztiak atiende a los intereses políticos del PP y el PSOE. Sostienen que esa afirmación es una barbaridad; que hay que dar por supuesta la independencia de los más altos tribunales del Estado.
Para mí que Ibarretxe se ha equivocado en la formulación de su crítica. No puede demostrar lo que ha dicho. Se ha metido en una polémica que no tenía por qué asumir personalmente.
Pero mi reproche se refiere a la forma en que se ha expresado; no al fondo.
En cuanto al fondo, no me cabe la menor duda. Pero no en este caso. Sé que es así en todos los asuntos que tienen una dimensión política de cierta importancia. Y lo sé porque he mantenido durante los últimos años un trato bastante cercano con personas que cuentan con un conocimiento detallado del funcionamiento interno del Supremo y del Constitucional. Les he visto muchas veces hacer cálculos precisos sobre el sentido que va a tener tal o cual sentencia considerando la adscripción política de los magistrados: «Esa Sala la componen Fulano, Mengano, Zutano, Perengano, el otro y el de más allá. Fulano apoya al PSOE porque está muy unido a Tal y Cual, que lo llevan a cursos de verano y le encargan conferencias pagadas a precio de oro. Mengano le debe demasiados favores al PP y además utiliza muchos fines de semana la lujosa villa que Pepito Pérez tiene en la sierra...». Y así con todos. Al final, hacen las cuentas y dictaminan qué sentido tendrá la sentencia. Y lo que es más definitivo: aciertan de pleno.
Eso cuando se trata de asuntos en los que el PP y el PSOE están enfrentados. Como cabe suponer, todo es mucho más sencillo cuando los dos partidos están de acuerdo.
Los jueces del Supremo son elegidos por el Consejo General del Poder Judicial, que es un órgano de representación política. Ahora mismo hay un tira y afloja importante porque el PSOE quiere cambiar la ley del CGPJ, para que los nombramientos que efectúa requieran una mayoría más amplia, porque los consejeros favorables al PP están copando todos los puestos vacantes. Así las cosas, ¿quién puede indignarse cuando se dice que los pronunciamientos de ese Tribunal están políticamente contaminados?
Todos dicen que hay que respetar a los jueces supremos... cuando lo que sentencian les viene bien. Pero todos saben de qué van y de qué vienen.
Javier Ortiz. Apuntes del natural (30 de marzo de 2005). Subido a "Desde Jamaica" el 19 de noviembre de 2017.
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