Sozialista Abertzaleak -el grupo parlamentario que nació de los sufragios obtenidos por la ilegalizada Batasuna- se abstuvo el pasado lunes en la votación que realizó la Comisión de Instituciones e Interior del Parlamento vasco acerca del llamado plan Ibarretxe.
La abstención de SA permitió que el proyecto de reforma estatutaria del tripartito llegue al orden del día del Pleno del Parlamento. Nada más. Al Pleno corresponderá decidir si accede a que se proceda a su discusión pormenorizada o si se lo devuelve a sus autores para que le den mejor destino, por lo menos hasta que se compruebe qué nuevas mayorías y minorías salen de las próximas elecciones autonómicas.
Pese a la escasa relevancia práctica de la decisión de SA, que el grupo de Otegi podrá convertir en nada el próximo día 30 negando sus votos al plan (o no: ya se verá), la mayoría de los políticos y de los comentaristas políticos capitalinos han decidido por unanimidad que ese episodio ha dejado en evidencia que existe una total complicidad entre el Gobierno vasco y Batasuna.
¿Negoció el Gobierno vasco con SA su abstención? ¿Se comprometió a algo a cambio? Por lo que llevo visto y oído, nadie pretende que haya sucedido nada semejante. Todos optan por denunciar la convergencia fáctica de intereses. SA beneficia a Ibarretxe, ergo Ibarretxe es cómplice de SA, o sea de Batasuna, o sea de ETA.
Es curioso comprobar qué pocos han recordado que el pasado lunes se produjo en otra comisión del Parlamento vasco otra votación de no menor importancia, si es que no de mayor, vistas las cosas desde el punto de vista práctico. Afectó al proyecto de Presupuestos del Gobierno vasco para 2005, que será rechazado gracias al voto conjunto de los grupos parlamentarios del PP, del PSE-PSOE...y de Sozialista Abertzaleak.
En este caso no se trató de una abstención que acabara repercutiendo indirectamente en beneficio de otro, sino de una suma directa y franca de votos: PSOE, PP y Sozialista Abertzaleak en comandita.
¿Se lo reprocho a los unos o los otros? En absoluto. Jamás he pensado que porque mi enemigo político diga que son las 15.30 yo deba sostener que son las 18.00, si realmente son las 15.30. Me importa un bledo coincidir con quien sea, si admite -por sus propias razones, en nada coincidentes con las mías- que lo que defiendo yo es correcto, o al menos conveniente.
Pero el principio no puede valer sólo para un caso. Si es un principio, ha de aplicarse a todos. No puede ser que beneficiarse de la abstención de Batasuna constituya un crimen imperdonable si el beneficiario es Ibarretxe, pero que hacer bloque con Batasuna a la hora del voto -en decenas de votaciones, en lo que va de legislatura- carezca de importancia si quien se pringa en ello es el PSOE o el PP.
Otegi sabe lo que hace. Y tengan ustedes por seguro que no lo hace para beneficiar a Ibarretxe.
Javier Ortiz. El Mundo (22 de diciembre de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 29 de abril de 2018.
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