La Seguridad Social quiere cobrar a la sociedad editora del diario Gara la deuda que le dejó la empresa que sacaba a la calle el diario Egin.
Es una monstruosidad jurídica.
Primero, porque entre Egin y Gara no hay ninguna continuidad empresarial. Son dos empresas totalmente diferentes, entre las que no ha existido vínculo alguno. Gara no ha heredado de Egin ni un bolígrafo. No habría podido, aunque ambos hubieran querido: todos los bienes de Egin están embargados por el Juzgado Central número 5 de la Audiencia Nacional, es decir, por Garzón. ¿Que Gara sostiene un ideario similar al que defendió Egin? Ya, ¿y qué? Es como si alguien le pidiera a La Razón que pagara las deudas que dejó El Alcázar.
En segundo lugar, para que tuviera algún sentido que la Seguridad Social se empeñara en cobrar a otros las deudas dejadas por Egin haría falta que el deudor careciera de bienes propios. Pero no es así: los tiene. Embargados por Garzón, pero suyos. ¿Por qué no se dirige a la Audiencia Nacional para que le pague con cargo a las pertenencias y fondos embargados?
Es evidente que estamos ante un atropello. Ante un fraude de ley. Ante un acto de mala fe patente.
Ya me sé lo que muchos -incluida la mayoría de los contertulios de las cadenas de radio españolas- dirían: «Contra esa gentuza, cualquier cosa».
Pues bien: no.
El verdadero apego a las libertades democráticas y a las normas legales que las regulan -el liberalismo político, en su sentido original- no se demuestra en el buen trato que se dispensa a quienes están más o menos de acuerdo con uno mismo, sino en el respeto y la consideración que se guarda hacia los derechos del rival, o incluso del enemigo. Las libertades y derechos universales lo son precisamente porque abarcan a todo el mundo. A todo el mundo. Incluidos aquellos a los que los unos o los otros tienen por gentuza de la peor especie.
La Convención de Ginebra no se aprobó para que los contendientes se llevaran bien, sino para que se destrozaran de acuerdo con ciertas normas elementales. ¿Que el Gobierno español quiere destrozar al llamado MLNV? Allá él. Hágalo, en todo caso, ateniéndose a la ley. No vulnerándola día sí día también.
Javier Ortiz. Diario de un resentido social (5 de julio de 2003). Subido a "Desde Jamaica" el 13 de enero de 2018.
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