Literatura. La novela Las tribulaciones del alumno Borde, de Robert von Misil, relata los desvaríos falangistas por los que atravesó en su adolescencia aquél a quien el destino acabaría convirtiendo en ya veremos qué. La obra subraya, a través de la escritura del propio José María Aznar cuando tenía 16 años, la tesis favorita del afamado autor austriaco: la irrupción de lo aleatorio e irracional en la vida contemporánea. (Del mismo autor y tema: El hombre sin atributos, 1943).
¿Qué le atraía más al joven Aznar de José Antonio Primo de Rivera? Alimentaba su tendencia a hacer el Primo.
¿Le gustaban las canciones falangistas? Pedía a los demás que cantaran cualquier cosa, con tal de que no fuera aquello de: «Es demasiado aburrido/ seguir y seguir la huella,/ Aznar y Aznar los caminos/ sin nadie que me entretenga».
¿Qué hubo de hacer cuando rompió con las tesis joseantonianas? Lo inevitable: desaznar lo aznado.
Paradojas de la vida: José Antonio Primo de Rivera afirmaba que «lo mejor que se puede hacer con las urnas es romperlas». ¡Quién le iba a decir al joven Aznar que acabaría suspirando por ellas!
¿Es cierto que a los 16 años Aznar llegó a justificar el holocausto? No; se trata de un malentendido. Lo que dicen quienes lo conocieron en esos tiempos y recuerdan cómo se comportaba con las chicas es que era del todo casto. Es muy diferente, aunque también muy tonto.
Pero, en realidad, ¿es cierto que el pasado de Aznar fue azul? Qué va. Su pasado, por pura coherencia personal, sólo pudo ser gris.
Una curiosidad histórica: José Antonio Primo de Rivera nació en Madrid. En la calle Génova, concretamente.
Javier Ortiz. Zooilógico. El Mundo (10 de abril de 1995). Subido a "Desde Jamaica" el 11 de julio de 2013.
Comentar