Comenta Pascual Serrano en Rebelión algo que, por evidente que sea, no parece haber llamado la atención a casi nadie en estos días de exaltación patriótica: de haberse producido choques armados entre los ejércitos de Marruecos y de España, lo más probable es que las armas que habrían disparado los soldados magrebíes -y la munición utilizada- habrían sido de fabricación española.
Porque, en efecto, Marruecos es desde hace ya bastantes años un muy buen cliente de las fábricas españolas de armamento.
El gasto que hace el Reino de Marruecos en armas (llamarlo «de Defensa» sería totalmente inadecuado) es totalmente inadecuado para las necesidades de un país en paz. El Gobierno de Rabat se pertrecha para la guerra. Para mantener la ocupación parcial del Sahara Occidental, que ya viene realizando, y para afrontar una guerra abierta contra el Frente Polisario, eventualmente auxiliado por Argelia. Esto es algo que conocen muy bien las autoridades españolas. Las actuales del PP y las anteriores del PSOE, que fueron las que sentaron las bases de ese comercio de muerte.
Todos sabemos que el bufonesco incidente del islote de Perejil tiene como primer telón de fondo el conflicto del Sahara. Tal como el ministro de Exteriores de Mohamed VI ha reconocido indirectamente, el régimen marroquí está muy molesto con el Gobierno de Aznar «por el conflicto pesquero y por otros asuntos en los que España ha mantenido en los foros internacionales una posición poco amistosa con Marruecos». La referencia al conflicto pesquero no es más que un artificio polémico, porque fue el Ejecutivo de Rabat el que lo provocó (con todo el derecho del mundo, salvo en lo que afecta a las aguas saharauis). Por lo que realmente están que trinan Mohamed VI y sus lacayos es porque Aznar se está oponiendo a las actuales propuestas de Francia, que quiere saldar el conflicto del Sahara con la entrega oficial de la ex colonia española al Reino alauí, posición que Washington mira con indisimulada simpatía. Aznar ha logrado el apoyo de Rusia, Suecia y otros Estados para impedir que esa «solución» progrese en las Naciones Unidas, cuyo secretario general trata de desembarazarse de los compromisos adquiridos a favor de la autodeterminación del pueblo saharaui.
Y en éstas sale Rodríguez Zapatero y, desentendiéndose de las viejas posiciones oficiales del PSOE -hipócritamente favorables al Frente Polisario-, afirma que «España debe apostar por un acuerdo viable», lo que sólo cabe interpretar como un respaldo a la posición francesa, conocida la cerrada oposición del régimen marroquí a la celebración del referéndum.
Lo más tremendo de la toma de bando de Zapatero es que la hace ahora, cuando está en la oposición. Si estando en la oposición es capaz de inclinarse de manera tan desvergonzada a los dictados de la realpolitik más reaccionaria, yéndose mucho más a la derecha de lo que está el propio Aznar, ¿de qué no sería capaz este hombre si llegara al Gobierno?
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Nota.- Estos últimos días, el servidor Mundofree se ha superado a sí mismo. Está accesible sólo de vez en cuando. No es algo que afecte a mi página web en particular, sino a todos los sitios web que aloja... e incluso a su propio tinglado: varios lectores me han escrito contándome que han intentado entrar en la página oficial de Mundofree para dejar constancia de su protesta y que no lo han logrado. Yo ya no me tomo el trabajo de protestar: han conseguido superarme.
Javier Ortiz. Diario de un resentido social (20 de julio de 2002). Subido a "Desde Jamaica" el 26 de julio de 2017.
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