Dos miembros del Foro de Ermua, la profesora Gotzone Mora y el periodista Iñaki Ezquerra (él escribe así su apellido), han pedido a Julio Medem que retire sus testimonios de la película La pelota vasca, que se estrenará el próximo domingo en el Festival de Cine de San Sebastián. No lo hacen porque consideren que el director de la película-documental haya manipulado el sentido de sus palabras, sino porque no están de acuerdo con la tesis que parece desprenderse de la cinta. Según ellos, la película da la razón «al entorno de ETA».
Yo no he visto la película todavía -la veré el domingo-, pero doy por hecho que esas acusaciones son una estupidez.
Por dos muy sólidas razones. Primera, porque hablé con Julio Medem durante el rodaje -soy uno de los muchos que aparecen entrevistados- y me contó con detalle lo que estaba haciendo. Su propósito era dejar hablar a todos y que cada cual expusiera sus razones. Si hay desproporción en las intervenciones es, pura y simplemente, porque mucha gente cercana al PP se negó a ser entrevistada.
La segunda razón es aún de más peso: porque dos personas que sí han visto la película y que distan de situarse en «el entorno de ETA» la han elogiado vivamente. Una es el alcalde de Donostia, Odón Elorza, y la otra, Mireia Lluch, hija de Ernest Lluch, que fue asesinado por ETA. Lluch quedó tan impresionada que decidió participar en la producción del filme, invirtiendo en él una parte del dinero que le dejó su padre en herencia.
Julio Medem está empezando a sufrir en sus carnes lo que algunos le contamos cuando nos entrevistó: que con esas dos bandas de fanáticos que se sitúan en los extremos de la sociedad vasca no hay nada que hacer.
Javier Ortiz. Apuntes del natural (17 de septiembre de 2003). Subido a "Desde Jamaica" el 3 de diciembre de 2017.
Comentar