El Gobierno se queja de que Aznar se reuniera con Bush y no le informara de nada. El Gobierno se queja de que Rajoy haya criticado lo chuchurría que le ha quedado la Cumbre de Costa Rica, sólo animada por un pequeño terremoto.
El Gobierno se queja una y otra vez de la actitud «poco patriótica» y «desleal» del PP. Lo cual no constituye ninguna novedad, porque el anterior Gobierno también se quejaba de la actitud «poco patriótica» y «desleal» del PSOE. (Recuérdese, por ejemplo, la que le armaron a Zapatero cuando viajó a Marruecos en medio de la crisis del islote de Perejil.)
Hay una especie de dogma político comúnmente admitido según el cual la oposición debe reservar sus críticas al gobierno de turno para la actividad realizada de puertas adentro, pero que de cara al exterior «la Nación» debe mostrarse unida «como una piña» (que es como todos los topiqueros describen las unidades fetén).
Valiente bobada.
Me venía ayer al recuerdo el eslogan al que tanto solía recurrir Rafael Vera: «Con la patria como con la madre: con razón o sin ella» (*). Pues no, señor. No hay que estar ni con la patria ni con la madre -eso quien cuente con ambas, claro- si se hallan en un error. Ni siquiera por cariño. Criticar los errores para ayudar a corregirlos es signo de aprecio.
En todo caso, la presencia exterior de los gobiernos es una parte importante de su actividad, y nadie que quiera presentarse como alternativa puede ahorrar ese capítulo a la crítica. Al rival hay que zurrarle dentro y fuera, por arriba y por abajo, sin darle respiro. De lo contrario, no hay oposición real.
Pero el problema de fondo es el de la llamada «patria». Es fantástico que la misma gente que se pasa el día zahiriendo a los nacionalismos periféricos, pretendiendo que en el mundo actual -supuestamente sin fronteras, globalizado, transnacional, etcétera- no hay lugar para los nacionalismos, se ponga tan seria y apele formalmente al «patriotismo» a la primera de cambio.
Yo, que o no tengo patria o tengo muchas, según qué día me pille, sólo sé qué patria nunca tendré: ésa a la que apelan el PSOE y el PP.
(*) Lo recordé pensando en la actitud que a mí me inspiran los patronos y que alguna vez describí parodiando esa divisa, convirtiéndola en esta otra: «Contra el patrón como contra la patria: con razón o sin ella».
Javier Ortiz. Apuntes del natural (21 de noviembre de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 12 de julio de 2017.
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