El diputado general de Álava, el popular Ramón Rabanera, declaró ayer que no quiere pronunciarse sobre la posibilidad de negociar directamente el Concierto Económico con el Ministerio de Hacienda, saltándose todas las mediaciones previstas por la ley, «hasta ver con qué actitud acude a Madrid la parte vasca».
Dijo exactamente eso: «La parte vasca».
Toma ya. Ahora resulta que el dirigente máximo de la Diputación alavesa no se considera incluido en «la parte vasca». «La parte vasca», para él -que también acudía a la reunión, no os vayáis a creer-, es sólo el Gobierno de Ibarretxe.
¿Como hay que tomarse eso? ¿Como un lapsus surgido de lo más hondo del subconsciente o como una confesión de parte?
Pues mira, Rabanera, chico: eres «parte vasca», aunque tú no quieras. Porque ser vasco no es cosa ni de opción política, ni de Rh, ni de conciencia nacional, ni de ikurriñas. Eres vasco porque vives y trabajas en Euskadi. Y porque la Diputación de Álava es vasca.
Si quieres que Álava se integre en Castilla y León, no tienes más que proponerlo. Y si la mayoría de la población alavesa lo desea, no seré yo quien se oponga.
Pero algo me dice que esa propuesta te traería algún problema.
PS.- Ayer volví a meter el cuezo. Hablé del «lenguaje de los sordomudos», olvidándome (a) de que los sordomudos no existen: son tan sólo sordos; y (b) de que el término correcto es lengua de signos, entre otras cosas porque nada impide su utilización a una persona que no sea sorda. Lo peor es que no es la primera vez que cometo ese mismo error. A ver si consigo tener remedio...
Javier Ortiz. Diario de un resentido social (27 de diciembre de 2001). Subido a "Desde Jamaica" el 30 de junio de 2017.
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