Perico Delgado y Miguel Indurain dicen que sería bueno negociar con Herri Batasuna para que el Tour pueda salir de San Sebastián sin incidentes. Marino Lejarreta considera, en cambio, que no hay nada que negociar con HB, porque una cosa es la política y otra el deporte.
Ambas posiciones son objetables. Negociar siempre está bien. Pero ¿negociar qué? ¿Qué pueden ofrecer los organizadores del Tour a HB? ¿Poner pancartas en las que puedan leerse los puntos de la alternativa KAS? Lo de KAS es lo más próximo entre HB y el ciclismo que se me ocurre.
Pero tampoco el de Lejarreta me parece un planteamiento mucho más profundo. Eso de que «una cosa es el deporte y otra la política» tiene dos posibilidades: o quiere decir que deporte y política no son lo mismo, y entonces es una obviedad, o pretende afirmar que la política no tiene relación con el deporte, y entonces es falso. Probablemente, lo que Marino quiere decir es que la política no debería condicionar el deporte. Pero ihay tantas cosas que no deberían ser, y son!
El problema puede ser, en realidad, menor y mayor a la vez. Menor, porque lo mismo HB no convoca nada en contra del Tour. Hasta ahora lo único que ha habido sobre ello es la declaración de los concejales de HB en San Sebastián, que dijeron que se planteaban esa posibilidad para que toda Europa se entere de que en Euskadi se vive una situación conflictiva. Lo dijeron en un momento de ofuscación. En cuanto se hayan parado a pensarlo, habrán comprendido que ese objetivo está cubierto de antemano: casi todo el mundo sabe ya que en Euskadi hay muchos líos.
HB es perfectamente consciente, además, de que entre los vascos, incluyendo sus propios militantes y simpatizantes, hay una enorme afición por el ciclismo, y es poco probable que desee contrariarlos. O sea, que dudo mucho de que HB vaya a tratar de boicotear el Tour.
Pero el problema puede ser también mayor. Porque una cosa es que HB no convoque nada y otra que, como ocurre cada año con los actos de la Salve donostiarra, no aparezcan al final dos o trescientos jóvenes con ganas de jarana a los que les da igual lo que diga HB, y que la armen. Eso -créanme- es francamente posible.
Lo cual hace un tanto ociosa la discusión sobre si negociar o no con Herri Batasuna.
Javier Ortiz. El Mundo (9 de abril de 1992). Subido a "Desde Jamaica" el 15 de abril de 2011.
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